La oportunidad

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Después de disfrutar por primera vez la virilidad de un hombre, Andy de 23 años, un tipo varonil y sexy, estaba clavado en mi mente!, y el resto de la tarde la pase esperando al menos deleitarme admirando su bien formando cuerpo.

Lamentablemente los chicos se fueron de fiesta por los clubes de la playa el resto del día y toda la noche, llegando a la casa a las siete de la mañana del día siguiente.

Al llegar ellos, ya todos estábamos despiertos y preparándonos para salir a la playa.

Mi sobrino, Andy y Manuel, la habían pasado muy bien y estaban exhaustos, realmente se veían destruidos, aunque Andy incluso así seguía estando divino.

Al entrar saludaron y dijeron que se irían a dormir, pero mi hermano llamó a mi sobrino aparte para hablar con él mientras los dos amigos se dirigían a sus camas, entonces Juan le  dice:

—Toda la familia vino a reencontrarse... (un sermón por ese estilo)... así que te vas a cambiar y te vienes con nosotros y tus amigos que se queden y después nos alcanzan!.

Luego de escuchar esto vi mi oportunidad y les dije a todos,

—Que les parece si voy  a comprar comida para hacer una gran barbacoa de despedida y luego los alcanzó?.— Les pareció "excelente idea" y también logre convencer a mi esposa e hijo para que se fueran con ellos.

Cuando ya todos salieron de la casa, esperé unos minutos para subir a la habitación que compartíamos con Andy y mi sobrino, y con mucho cuidado para que Manuel   en la otra habitación no se despertará, caminé sigilosamente con el corazón a mil latidos por minuto hasta llegar a la puerta.

Me detengo por un instante y pienso:

—Que estás haciendo Luis? ...no está bien! ...pero el dijo que después continuábamos... entonces él también quiere. No, olvídalo... mejor me voy a comprar la comida!.

Doy media vuelta camino dos pasos y me detengo al escuchar los ronquidos de Manuel.

—Manuel está dormido... tengo varios días sin sexo... (mientras me toco mi ya abultado short y continuo pensando) ...quiero su culo, lo necesito! ...Me lo voy a coger ...además ayer yo le di una gran mamada, ...Andy me lo debe!.

Mi pene estaba tieso, mi piel ardía y temblaba, el deseo de poseerlo y desahogar todos mis impulsos me controlo, y sin pensarlo más regrese a la puerta, la abrí y entre!.

Obsesión CarnalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora