El regalo del destino

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Ese día ya en la piscina, mi sobrino y Manuel  llamaron a Andy para salir a comprar más cerveza y comida. Al verlo salir del agua y entrar a la casa pensé que por fin calmaría mis hormonas al quitar su presencia de mi vista.

Unos 15 minutos después ya más relajado mientras hablaba, por accidente derrame mi bebida sobre mi ropa, me levante y les dije que me iría a cambiar.

Cuando estoy entrando a la casa escucho un carro salir del garaje, miró por la ventana alcanzando a ver que era el carro de mi sobrino y me dispongo a subir a la habitación para cambiarme.

Una vez allí cierro la puerta, me quito la camisa y el pantalón manchados quedando únicamente en bóxer.

Soy un hombre de buen ver, mido 1,78 de piel blanca poco vello, ojos claros, algo de barba con algunas canas y trato de mantenerme en forma

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Soy un hombre de buen ver, mido 1,78 de piel blanca poco vello, ojos claros, algo de barba con algunas canas y trato de mantenerme en forma.

Mientras estoy buscando en el equipaje ropa para ponerme, veo en la cama donde duerme Andy una toalla que no estaba allí cuando salimos temprano, y escucho seguido:

—Señor Luis esta su esposa aquí?... Tiene la puerta cerrada?...

Cuando volteo era Andy con su hermosa sonrisa y...

Él estaba totalmente mojado y semidesnudo, intentando taparse con una pequeña toalla de manos que estaba en la ducha y que solo cubría parte de una pierna y su abultado paquete, dejando todo la demás a la vista!

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Él estaba totalmente mojado y semidesnudo, intentando taparse con una pequeña toalla de manos que estaba en la ducha y que solo cubría parte de una pierna y su abultado paquete, dejando todo la demás a la vista!

Yo casi tartamudo le respondí:

—Disculpa... No sabía que estabas en el baño... Estoy solo... La puerta está cerrada— Mientras inconscientemente recorría su cuerpo con la mirada de arriba abajo.

—Ni se preocupe... pero qué bueno que este usted solamente!— Y mientras me responde deja caer la pequeña toalla para ir a la cama a buscar la grande.

—Oh Dios!!!— En mi mente.

Yo quede con la boca abierta y mis ojos se clavaron por todo el contorno de su cintura!.
Se había estado duchando minutos antes de yo entrar a la habitación y olvido llevar su toalla al baño.

Obsesión CarnalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora