Obsesión Carnal

Pasión y dedos...

Comience a despertar al sentir una gran presión en el interior de mi culo,  todo estaba borroso, también podía sentir unas suaves caricias en la espalda y un gran peso sobre mi cintura.

Estaba acostado boca abajo en un viejo y polvoriento colchón con un gran dolor en el cuello y la cabeza. Sin embargo tenia una enorme sensación de placer que recorría todo mi cuerpo como un escalofrío, entonces una respiración agitada se acerco a mi oído y dijo,

—Ya era hora...!. Con voz seductora.

No logro armar una respuesta pues sus caricias me tenían cautivo. Era Andy que por primera vez me cogia con pasión, deseo y ternura, me estaba haciendo el amor.

Su piel húmeda y brillante se iluminaba con las velas en la oscuridad de aquella habitación abandonada, su cuerpo totalmente desnudo sobre el mío y su respiración acelerada, me daban una pista del rato que llevaba cogiendome.

—Dime que me amas y lo mucho que te importo!— Dice Andy.

Yo a pesar de estar disfrutando aquella penetracion no autorizada, comenzaba a recordar lo que había pasado, dándome cuenta que la oscura noche anunciaba que habían pasado unas cuantas horas desde que traté de huir con Manuel.

Debía responderle. Debía seguir este juego que a todas luces era peligroso.

—Te amo Andy! ...me encantas ...Hazme el amor!!!

Y si... lo admito, también lo estaba disfrutando!.

Su divino cuerpo unido al mío en movimientos sensuales y perfectamente sincronizados, acompañado de sus caricias y apretones, me decían lo mucho que me deseaba.

Podía sentir su pasión y entrega en cada roce de nuestra piel, sus besos en mi cuello eran suaves y en momentos tocaba mi oreja con la punta de su lengua, haciendo que escaparan de mi, suspiros cargados de placer.

Era mágico, el tiempo se detenía, no importaba nada ni nadie, solo éramos Andy y yo convertidos en uno.

Cómo es posible que me pierda en sus brazos, que anhele ser todo para él y que mi cuerpo no responda a la razón?.

Andy suavemente pasa su brazo por mi pecho para levantarme y quedar arrodillado de espaldas a él, para luego girarme por completo, besarnos y acostarme boca arriba.

Abre mis piernas, se posa encima de mi para penetrarme y estar lo más cerca de mi boca que sea posible y viéndome directamente a los ojos, entregado al placer me dice,

—Te amo Luis ...eres mío!!!

Yo quede perplejo, era sincero, su cuerpo así me lo demostraba y con unos ricos, apasionados y profundos movimientos pélvicos, su rostro se lleno de extasis al eyacular y acabar, dejando dentro de mi toda su alma.

Nos besamos y aunque yo estaba muy excitado, lo abracé sobre mi pecho hasta que se quedó dormido.

Estaba agotado, pero no podía conciliar el sueño, mi vida pasaba por mi cabeza,

—Como deje que esto llegara a este punto?  ...y además, no dejaba de pensar en Manuel y cuál es la relación de Andy con Lucas.

Con mucho cuidado me levanto de la cama, dejando a Andy profundamente dormido. Miró por la ventana y el carro sigue aquí.

-Entonces será que Manuel logró escapar corriendo? ...pero en sus condiciones hasta donde pudo llegar? ...y será que realmente escuche un disparo?. Pensaba.

Me pongo el bóxer rasgado que dejaba medio culo a la vista y salgo hasta donde está el carro. Alumbrando  en la oscura noche solo con la linterna del celular, empiezo a caminar por los alrededores de la casa buscando alguna señal de Manuel.

Todo estaba muy oscuro, el silencio aturdía mis oídos y el miedo a lo desconocido embargaba mi calma.

Cuando de pronto una mano se posa sobre mi hombro, brinco del susto y trago grueso... era Andy y me pregunta serio,

—Que haces aquí?

—Nada... creí escuchar algo y no podía dormir.

—Regresemos a la cama.— Y pasando un brazo sobre mi hombro comenzamos a caminar hacia la casa.

Entonces siento unos dedos rozar uno de mis pies, haciéndome casi caer y tumbar a Andy de la impresión!.

Al dirigir la luz de mi celular a mis pies, puedo ver una mano que sobresale de los arbustos, me acerco rápidamente para ver quien es; era Manuel envuelto con la manta que le di para cubrirse pero ahora inundada con sangre!.

Él estaba agonizando, sus ojos abiertos trataban de hablar, me dispongo a pedir ayuda por teléfono y cuando voy a marcar al 911, Andy me arranca el celular y me levanta por un brazo.

—Entra en la casa!

—Que te pasa!?... estás loco!?.— Le grito al soltarme y empujarlo.

—Jamás me vuelvas a decir loco!!!. Abalanzándose sobre mi para darme un golpe en la cara.

Yo caigo al suelo aturdido y más el dolor del cuello, me dificultaban ponerme de pie.

—Que es lo te pasa? ...El es tu amigo, un ser humano, eres un asesino?

—Él es una mierda!!! Y merece morir!!!

Ante aquella siniestra respuesta, me armé valor y le pregunte,

—Tú mataste a Lucas?

—Si!!!.— Respondiendo con descaro y una mirada de odio y satisfacción.

—Pero porque? ...Tú no lo conocías?

—Si lo conocía y seguramente mejor que tú...!