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— Ya deja de suspirar — me regaño Jaden.
Estábamos escribiendo una canción juntos.
— No te afecta en nada — fruncí mis cejas y frustrado deje caer mi mentón en mi mano.
— Pero es molesto — mencionó —. Se nota que te hace falta McKay.
— No nos hemos hablado en toda la semana, siempre que peleamos ella me habla para arreglar las cosas y no lo ha hecho — murmuré cabizbajo.
— ¿Como quieres que te hable si no dijiste nada cuando te dio una última oportunidad para que te escogiera a ti y no a Cooper? — cuestionó en forma de reproche.
— Me pidió que le dijera que la amaba.
— ¿Y? tu me has dicho que lo haces.
— Es difícil decírselo a ella — bufé jalando mi cabello hacia atrás.
— ¿Por que? — preguntó confundido.
— Porque ya no habría vuelta atrás, me estaría entregando por completo — dije con el semblante serio.
Nerea y yo fuimos novios durante todo un año, después nos separamos porque ella ya no quería una relación.
Ahora que queríamos volver a retomar lo nuestro fui yo quien la rechacé a ella, pero no por los mismos motivos.
— Vale el riesgo — musitó palmeando mi espalda el ojiazul —. Si quieres que arreglen las cosas deberías ser tú ahora el que la busque.
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Camine de forma perezosa hacia la puerta principal. No dejaban de tocar el timbre ni por un solo segundo.
Al abrir me topé con un moreno que conocía bien.
Por detrás de él se veía el cielo oscuro y desolado, parecía que las estrellas no brillarían en la noche al igual que nuestra relación.
— Tienes 3 minutos — sentencié mirando directo a los ojos a Quinton.
— Lo siento — hablo mordiendo su labio por los nervios —. Últimamente exagero, me es difícil decir que lo siento, pero te compensaré de alguna manera.
— No lo puedes compensar, dejaste todo en claro — dije con una presión en el pecho y me crucé de brazos para sentirme más segura.
Respire hondo y gire sobre mi talón con la intención de cerrar la puerta, ninguno tenía nada más que decir. Solo nos hacíamos daño mutuamente.
Perdimos nuestro rumbo y me está matando lentamente que las cosas ya no sean como antes.
— Te quiero a ti y solo a ti — soltó de pronto deteniéndome.
Sentí mis ojos picar poniéndome sentimental, mi mente es complicada, me es difícil reorganizarla. Ya ni siquiera sabía si solo decía que me quería porque se acostumbro a tenerme a su lado y no quería que eso cambiara o porque de verdad lo hacía.
— Yo estaba dispuesta a esperarte, solo tenías que decir esas dos palabras y era toda tuya.
— Estaba indeciso, no sabía lo que quería — dio un intento de excusa haciéndome sonreír irónicamente.
— Si no sabes lo que quieres, ¿como se que me vas a querer a mi? — inquirí con un nudo en la garganta.
— Ahora se que te quiero a ti — su voz sonó firme y se tomo un tiempo para continuar —. Por eso estoy aquí contigo simplemente tratando de ser honesto.
Me quede callada escuchando lo que tenía que decir.
Sabía que lo mejor era no dejarlo terminar y regresar a ver la película que estaba viendo, pero yo lo amaba tanto que le daría todas las oportunidades que me pidiera.
— Si la honestidad significa decirte la verdad... bueno, aún sigo enamorado de ti — confesó abriéndose a mi, su sinceridad resplandecía en sus ojos y mi corazón se detuvo por una milésima de segundo.
— ¿Por que no lo dijiste antes?
— Porque la última vez que lo hice me rompiste el corazón — susurró, de inmediato lo tome de las manos.
Hace más de medio año que terminamos, y seguía sin poderle decir que la verdadera razón por la que lo terminé fue por su carrera.
Bryce Hall un día vino a mi casa y me contó que sus fans dejaban de seguirlo en grandes cantidades, pues a ninguna le gustaba que tuviera novia.
Quinton nunca me dijo eso porque no le importaba, pero a mi si, sabia lo importante que era y sigue siendo cumplir su sueño de ser cantante, en poco tiempo sacaría su primera canción y no hubiera tenido el éxito que tuvo si siguiéramos juntos en ese entonces. Así que preferí decir que no quería estar con él más, a que él cargara con la culpa de que terminó conmigo por su futuro.
Hace un mes que volvimos a tener contacto, y no podíamos ocultar que nuestros sentimientos seguían ahi, al menos yo no.
— Volvamos a lo básico — suplique abrazándolo —. Olvídate de lo que vino y de lo que se fue.
— Creemos una nueva historia — siguió besando mi coronilla.
— Solos tú y yo.
Sin más, y sin importarme qué Cooper Noriega estaba en mi sala viendo una película, lo bese. Lo bese con todas mis fuerzas.
Se me olvidó que tenía este shot jeje puta la que no vote 𝖆𝖎𝖘𝖑𝖎𝖓𝖓 🌹
