𝐃É𝐉𝐀𝐌𝐄 𝐏𝐑𝐎𝐁𝐀𝐑𝐓𝐄 | 𝐊𝐎𝐎𝐊𝐌𝐈𝐍

𝐐𝐔𝐈𝐄𝐑𝐎 𝐔𝐍 𝐒𝐀𝐁𝐎𝐑 𝐃𝐄 𝐓𝐈

Su reputación debe de estar intacta si quería sacar provecho. Y por eso, ha tratado de ser lo más amable posible con cualquiera que tuviera una influencia parecida o superior a la suya, aún que todos eran unos ineptos alfas ciegos a sus alrededores qué, tenían sin cuidado a sus omegas indefensos. Después de todo, Jungkook se encargaba de aprovechar cualquier distracción para capturar a sus presas; engatusándolos, mintiéndoles y haciéndoles promesas que terminaban en la cama de un hotel, logrando quitarles los pantalones y sin sentir una pizca de culpa al día siguiente cuando sale por la puerta antes del amanecer.

Que patético que crean todas esas mierdas. Esos omegas llenos de ilusiones no sabían que él era el dueño de su vida y que estaba despreocupado en cambiar su forma de vivirla por un simple capricho acto de la lujuria. Ya había experimentado esa fase al final, encontrándose a tal punto de manifestar promesas irreales descaradamente.

Detuvo su bolígrafo en seco. Observó la hoja de notas y releyó lo escrito: labios tentadores y seductores. Esas palabras se repetía una y otra vez, llenando toda la hoja. Sonrojándose al recordar que fue así como le apodó a Jimin y se lo hizo saber, susurrándole al oído antes de marcharse de la fiesta. Frunció el ceño, arrancó la hoja y la hizo un bollo con furia, metiéndose la en la bolsa de su pantalón para después tirarla.

Miró por breves segundos hacía la ventana del pálido y poco acogedor salón de conferencias, empezando a teñirse con todos los colores del atardecer. Trabajo. No era buena idea perder la cabeza cuando estaba en una importante reunión donde francamente le daba igual que se tratara de recabar a fondo toda la información con tablas gráficas y escritos que relataban el nuevo proyecto al nuevo socio.

Nuevo socio. Reposó su mejilla sobre su mano echa puño que descansaba sobre la mesa mientras observaba y escuchaba al presentante decir los puntos a detalle de la nueva colección de temporada que se estará trabajando para ser lanzada en las próximas semanas y el estilo de fotografías que se usará para deslumbrar al modelo y el atuendo. Se veía que sería próximamente la nueva moda de verano y estará al tope de las listas de ventas.

—Si sale bien esta colaboración, próximamente podemos abarcar más extensión en este ámbito con otras grandes empresas competidoras y exitosas.

El señor Kim Taehyung le daba una mala vibra, quizá era lo confiado que aparentaba en esa posición. Hubo algunas cosas interesantes que captó en esos diez minutos, era esa sonrisa genuina que le aseguraba que le divierte estar ahí y sus indagadores ojos rojizos que no intentaban ocultar lo bien que disfrutaba el interés que surge sobre él mientras la atmósfera se vuelve en emociones intensas por los omegas.

—El comité de marketing nos hemos encargado de presentar la colección primavera-verano. Nuestra Colección Spring Day dará un aire fresco en pleno agosto, inspirada en las tonalidades de los bosques en otoño, pero perfectas para cualquier temporada. Hojas que se tiñen de rojo. Verdes que se apagan poco a poco. El brillo empolvado de las cortezas, piedras y caminos. Estamos seguros que será una de las colecciones más impactantes y que más determinará, llevándose la temporada siguiente. —dijo con entusiasmos.

La cara de poker y esa actitud tan confiada no iba a hundir a Jeon Jungkook. Pero si él seguía rondando por aquí, haciendo a los omegas enloquecer tal vez empezarán a surgir problemas. Jungkook era el mejor en lo suyo, ¿Cómo puede ser qué un hombre así le esté dando dolores de cabeza? Gruñó irritado. Tal vez eran celos lo que sentía, pero aún así, no era tan grave su atractivo como para opacar por completo a los trabajadores, de todos modos.

Cuando la tensión se mantuvo en el aire, incapaz de soportar más esa actitud de triunfador desvió su atención para observar al tímido secretario de su padre acercarse, estando atento a cada paso que daba hacía el señor Jeon Ji Chul, notando enseguida que estaba bien proporcionado de cuerpo a pesar de los horrendos pantalones holgados que llevaba. Si él fuera el encargado de la ropa del joven, le hubiera puesto algo ajustado y que resaltara su figura, dependiendo de la clase de trasero que se cargaba. Pero, Jungkook no se dejó llevar tan rápido por el cuerpo de ese lindo omega, ya tenía experiencia en ello, esos pantalones eran demasiado engañosos.