Our philias.

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— Que me gustas. —confesó, completamente perdido en la profundidad de los castaños ojos de Donghyuck, quien le miraba con diversión. Mark se percató de lo que acababa de decir, poniéndose rojo de inmediato.— Y-yo... quiero d-decir... sí, eh... m-me gustas... un poquito...

Donghyuck rió.

— ¿Sólo un poquito? —preguntó haciendo un adorable puchero, que hizo tambalear la expresión del pelinegro. “Joder... es demasiado adorable... ¿estará mal que me lo quiera follar ahora mismo?”, pensó Mark, mordiéndose el labio inferior.— Porque tú a mí me gustas mucho Makku...

El menor salede un ensoñación, mirando sorprendido a Donghyuck.

— ¿E-en serio? —el castaño asiente, convencido. Mark sonríe, pero entonces, recuerda algo y su sonrisa se borra.— Pero... ¿te gusto yo o... mi polla?

La expresión de Donghyuck pasa de ser sonriente a avergonzada en menos de cinco segundos. Sus mejillas se ponen rojas por completo, el mismo color, llegando a sus orejas también.

—Anoche dijiste que estabas enamorado de mi "gran amigo". —relata el pálido, haciendo comillas con sus dedos. el mayor abre los ojos desmesuradamente.

— ¡¿Yo dije eso?! —exclama totalmente abrumado.

— ¿No lo recuerdas? —inquiere Mark, frunciendo el ceño.

— ¡Evidentemente, no! —grita Donghyuck, cubriéndose la cara con las manos.

— P-pero... te acuerdas de lo que pasó... entre nosotros...

— Bueno, no es algo que se olvide con facilidad, ¿sabes? ¡Follé en la cocina con el chico que he estado persiguiendo desde hace tres semanas! ¿cómo pretendes que lo olvide?

Donghyuck se veía bastante alterado, haciendo preocupar a Mark.

— N-no debes sentirte mal, hyung. No es la primera vez que me dices algo así. —intenta consolarle el canadiense, haciéndole sentir peor.

— Ah, mierda... —Donghyuck suspira pesadamente. Se levanta del regazo del pálido y se deja caer a su lado en la cama.— Ya entiendo porqué crees que mis sentimientos no son reales, si no que van dirigidos a tu polla...

— Y-yo no dije eso...

— Lo insinuaste. —le acusa Donghyuck, señalándolo. Mark no responde y el mayor supiera, nuevamente.— Yo también tengo un problema...

— Filia. —interrumpe Mark.

— ¿Eh?

— Tú no tienes un problema. Tienes una filia. —le hace saber el menor.— No estoy seguro de cómo se llama, pero la tienes. No puedes hacerlo con hombres que tengan el miembro pequeño porque no sentirás placer... pues te gustan los miembros grandes.

Donghyuck quiso decir algo... pero, ¿qué podría decir? Era verdad, pero que se lo dijeran tan directamente la  causaba vergüenza. Le hacia quedar como un goloso y cosas peores.

— No creo que sea algo malo... —murmura el pelinegro, jugando con sus dedos.— Yo tengo varias.

— Pero tú eres un sátiro.

—No es necesario que me lo recuerdes. —Mark rueda los ojos.

— A ver, ¿y cuáles son las tuyas? —Inquiere Donghyuck, poniéndose cómodo. Mark le mira estupefacto.

— ¿En serio quieres hablar de mis filias? Podríamos tardarnos toda la mañana. —le hace saber, alzando las cejas.

—No tengo nada que hacer, Makku. —canturrea Donghyuck, recostando su cabeza en el abdomen de Mark. Este suspira, enarcando una ceja.

𝐅𝐀𝐋𝐎𝐅𝐈𝐋𝐈𝐀 | markhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora