Capítulo 1

807 48 4
                                    

¿Alguna vez han odiado tanto a una persona pero al final ese sentimiento de odio se convirtió en amor?

Bueno, ese fue mi lamentable caso. Soy Elsa Arendelle, una simple adolescente con una gran historia.

Actualmente vivo con mi madre, ya que mi padre nos abandonó cuando yo tenía tan solo cinco años. Fue muy difícil para mí, sobre todo porque era una simple niña y no entendía lo que pasaba a mi alrededor. Creo que si no hubiese sido por mi hermano mayor, Hiccup, no hubiese podido seguir adelante tan fácil.

Hiccup tiene veintitrés años, y actualmente está estudiando en la Universidad de San Francisco. Lo quiero demasiado, aunque es un poco sobreprotector conmigo, y es bastante celoso. Supongo porque nunca tuve un padre que lo fuera conmigo. Con trabajo le pude dar la noticia de que estaba saliendo con Flynn Rider, mi novio actual, y con el que llevo saliendo dos años.

Hoy era el primer día de verano, por fin, después de un largo año en el Instituto, me merecía unas vacaciones. Así que esta mañana planeaba despertarme tarde, pero gracias a que olvidé apagar mi maldita alarma del celular, me desperté algo temprano.

Me levanté de la cama como un zombie saliendo de su tumba, tomé una relajante ducha, me puse una blusa ajustada negra con unos jeans rasgados oscuros y bajé las escaleras, brincando de dos en dos los escalones.

—¿Cuántas veces te voy a repetir que si sigues bajando las escaleras de ese modo, te terminarás matando? —mi madre niega con la cabeza.

—Si supieras todas las veces que me he caído, dejarías de repetir siempre lo mismo. —susurré.

—¿Cómo dices?

—Nada. —contesto sonriendo inmediatamente y me siento en el comedor con mi madre.

—Tu hermano llamó.

—¿En serio? ¿Y cómo le va en su vida de universitario? ¿Mantiene su promedio de seis? —bromeé un poco.

—Creo que vas a tener que dejar de llamarlo así —toma mi mano y la miro confundida.— Hiccup vuelve a casa.

Una sonrisa se forma en mi rostro.

—¿En serio? ¡Mamá, eso es genial! Me alegra que por fin seamos los tres solos, como en los viejos tiempos.

Mi madre suelta mi mano algo nerviosa y yo empiezo a preocuparme.

—Bueno, tampoco estaremos los tres completamente... solos. ¿Entiendes?

—No, no entiendo.

—Verás, Hiccup traerá a su mejor amigo, Jack Frost, con él. Ambos lograron salir de la Universidad.

—¿Quién es ese? —frunzo el ceño. Mi madre abre la boca para contestar pero yo la interrumpo.— ¿Sabes qué? No me importa quién sea, ¿entonces ese tal Jack vendrá a cenar esta noche?

—No solo esta noche.

—No te entiendo, madre. Explícate.

—Jack llega de la Universidad, y él no conoce muy bien aquí, San Francisco, así que le ofrecí nuestra casa para que se quede durante los próximos meses.

El aire salió de mis pulmones por un segundo. Mis ojos se abrieron como platos. Esto no puede estar pasando. No en verano. No ahora.

—¿Pero tú estás loca? —me levanté de la silla.

—¡Elsa! — me regaña.

—¡No! ¿Cómo puedes permitir que un desconocido de veintitrés años viva en nuestra casa? ¡No es justo!

Nuestro Lindo Secreto | JelsaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora