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MATAR O MORIR.
25 de noviembre 2025.
Esta historia sucede en el bufete de abogados "Law inc." que era el más reconocido de la ciudad, los abogados que trabajaban ahí se les consideraba de los más afortunados pues solo contrataban a los mejores y que siempre ganaran sus casos, había abogados que ya tenían más de 15 años en la empresa y a los más nuevos se les acababa de contratar hace 5 y 3 años. Esa mañana todo transcurría con normalidad, los primeros clientes llegaban a ver a sus abogados, algunos ya tenían años con ellos y otros acababan de llegar para contratar sus servicios. Los abogados con más años ahí acababan de ser elegidos para ser socios del bufet, eran: Alejandro Macías, Erick Fernández, Roberto Quiroz, María De Anda, Ana García y Miranda González, a su vez se habían hecho mentores de los nuevos abogados que eran: Dafne Montero, Alexia Cardona, Amelia Navarro, Jimena Gómez, Christopher Espinoza, Santiago Oliveros, Sebastián Lara, Rodrigo Torres, Pedro Ávila, (Y más pero solo ellos se involucran en la historia):
Las mujeres compartían una misma oficina, eran las abogadas de derecho penal y su mentora era María de Anda, los hombres compartían de igual manera una oficina eran los abogados de derecho Mercantil y su mentor era Roberto Quiroz.
Christopher Espinoza era un hombre de 25 años, había sido de los mejores estudiantes de derecho en la Universidad y se había especializado en Derecho Mercantil, era inteligente y muy atractivo, era alto medía 1.90, de tez blanca, cabello café y ondulado se lo había dejado crecer un poco así que unos cuantos chinos le colgaban, era delgado y tenía los músculos algo marcados tenía más fuerza de lo que aparentaba pese a su complexión, ojos cafés, labios rosas, sin barba y unos dientes blancos todos en perfecta posición, era un ligador por excelencia, no le costaba conseguir una mujer aunque ninguna con la que había estado antes le llamaba la atención para un compromiso formal, había roto varios corazones desde la preparatoria, pero a él parecía no importarle el tema del amor, estaba más concentrado en su carrera aunque debió interesarse en algo más: Su estado mental. Un día antes que la desgracia ocurriera había salido con Amelia Navarro, le había parecido encantadora, demasiado inteligente y justa, honesta y hermosa pero pese a su atractivo físico lo que de verdad le había gustado de ella era su manera de ser pues la hacía única diferente a cualquier otra mujer que había conocido antes, pero Amelia no estaba disponible para una relación pues acababa de salir de una relación tóxica y espantosa y prefería llevar todo con calma, lo que ella ignoraba era que Christopher ya había salido con sus demás compañeras de oficina y había utilizado sus encantos para conquistarlas y conocerlas completamente, excepto Amelia que no quiso irse con él a su departamento la noche que salieron.
El reloj marcó las 10:45, Christopher salió de su oficina, bajó por las escaleras y fue directo al estacionamiento, se dirigió a su auto y sacó un portafolio de la cajuela, cerró nuevamente su auto y caminó al elevador, llegó rápido a su piso y se encontró a su compañero: Sebastián Lara.
"-¡Ey Chris! Me acaban de contar Santiago y Pedro sobre tu victoria en los juzgados ayer, te felicito hombre eres de los mejores, necesito de tu ayuda en un caso, si lo gano te juro que te doy una parte de la ganancia"
Christopher apenas escuchó lo que su compañero le dijo, aunque hizo como si le hubiera prestado atención él tenía otro asunto en la cabeza en ese momento algo que no tenía nada que ver con juicios, leyes ni nada del trabajo, por lo que solo le contestó:
"-Claro amigo después lo revisamos"...
Christopher caminó hasta el área de derecho penal y fue hasta la oficina donde se encontraban las abogadas, Dafne, Alexia y Jimena, pero faltaba a la que había ido a buscar: Amelia.
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Historias cortas de suspenso
Short StoryRelatos de suspenso completamente diferentes, en las que se muestra que en ocasiones hay que tenerle mas miedo a los vivos que a los muertos, que hay que ser una buena persona sino la muerte te cobra todo lo malo que hiciste en vida, que si siempre...