Un parpadeo. Otro parpadeo. Uno más.Y entonces de nuevo se encontraba en el mismo bar de siempre. Y pensaba que tal vez debería cambiar este desagradable hábito... Tal vez. Debía conservar ese "tal vez" en la oración porque al final si volvía al mismo lugar se sentiría culpable por decirse a si misma que no lo haría.
Y no era como si existiera algo especial en ese bar que la hiciera regresar al menos 4 veces a la semana, sólo el alcohol. Pero puede ser que fuera más divertido beber ahí que beber sola.
Pidió una copa más, una vez la pusieron en la barra ella la tomó y la levantó al aire y luego la bebió toda de una sola. No solía pedir bebidas fuertes porque no le gustaba emborracharse. Sólo bebía hasta sentirse tranquila y lo dejaba.
Tampoco no era como si de ahí saliera con aventuras, tenía una gran reputación que cuidar. Entonces había demasiados años atrás de no tener aventuras, y claro que no pensaba tener alguna. No era mujeriega y tampoco le gustaba salir con hombres. Y era obvio que era una mujer prestigiosa, talentosa y respetable, (claro que también hermosa) por ende no era una "chica fácil" tenía que aprender a mirar cuando alguien tiene malas intenciones.
El bar era la clase de lugar donde las personas sólo van a pasar el rato, o a buscar pareja. Un bar con luces LED de colores y meseros y baristas jóvenes y bien vestidos. Pero ella se sentaba en la barra, en la esquina alejada de todos, e intentando alejarse del ruido también.
Y bueno, no, no tenía buenas razones para seguir volviendo al bar, era ruidoso y no le gustaba el ruido, no tenía amigos ahí (ni siquiera conocidos, los baristas sabían su nombre pero ella no sabía el de ellos), no tenía aventuras y tampoco se divertía. Pero aún así ella regresaba.
Tal vez porque todo lo que hace tiene que llevarla a algún lado. A lo que ella pensaba "más vale que a un buen lado porque estoy segura que estoy en uno malo" y el bar no la estaba llevando a ningún lado. Hasta ese día.
Una chica de cabello más corto que el suyo se sentó a su lado. Hace mucho nadie se sentaba a su lado, tal vez le tenían miedo.
La miró, tenía un color de cabello similar y grandes ojos que miraban al frente, claro hasta que sintió su mirada y la miró también.
— Hola. — Dijo la más pequeña.
Y entonces el efecto mariposa comenzó con Minari yendo al bar.
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¡Me presento! Soy Maki, su escritora, me encanta escribir y también jugar videojuegos, espero verlos mucho por aquí y que disfruten de la lectura.
Este es mi primer fanfic, espero que les guste. Estaré actualizando seguido 💕
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Hard Time for Love. -𝓜𝓲𝓬𝓱𝓪𝓮𝓷𝓰
Random- ¿desconfías de mi? - preguntó, no podía confiar en alguien con quién no fuera mutuo el pensamiento. La menor no decía nada, ni siquiera la miraba - Contéstame. - exigió. Estaba a punto de llorar, pero no hiba a permirselo, no podía dejar que ella...