Durante los últimos años aquellos niños habían compartido todo; risas, aventuras, secretos...
Era una verdadera pena que ahora les tocase compartir sus lágrimas.
Ambos se miraron con los ojos llorosos.
El niño se había prometido que no lloraría pero la promesa se había visto rota incluso antes de que pudiera decirla en voz alta.
¿Cómo esperaba el mundo que continuase su vida sin su maravillosa compañera de juegos?
La niña, para sorpresa de todos, no había derramado una sola lágrima aunque sus ojos amenazaran con contrariarla.
Aún a su corta edad, comprendía porque debía marcharse, aunque eso suponiese separarse del mejor amigo que jamás podría encontrar.
Los padres de ambos se miraron conmovidos, apenas habían tenido contacto entre ellos pues la amistad había surgido de forma inesperada.
La niña de cabellos dorados, se atrevió a dar el primer paso. Sabía que su amigo había probado todos los medios posibles para que se quedará, deseaba poder explicarle el por que de su partida pero comprendía que la información no era suya para difundirla.
Alzó la mirada hacía arriba para encontrarse con la cara pesarosa del castaño y extendió sus brazos ofreciendo un abrazo.
El niño no dudó en apretarla contra su pecho con fuerza, casi como si no fuera a dejarla marchar.
Taylor sabía que sus amigos decían que abrazar a las niñas era de tontos, pero si de algo estaba seguro de algo era que no iba a dejar que su orgullo de niño de diez años le impidiese disfrutar de sus últimos instantes con su amiga.
De todas formas sabía que ninguno de ellos se burlaría de él. Aquellos siete chicos le habían cogido a Dani casi tanto cariño como él y estaban igual de destrozados por su partida.
Cuando el abrazo llegó a su fin, Taylor se apresuró a agarrar a Dani de la muñeca antes de que se marchara.
-Prométemelo- rogó- Aunque jamás volvamos a vernos, seguiremos siendo mejores amigos.
Danielle asintió efusivamente y se dio la vuelta rápido antes de que las lágrimas comenzaran a deslizarse por sus mejillas.
Se metió de un salto en el coche de su madre y se sentó junto a su hermano gemelo.
Apretó su mano fría y beso su frente caliente.
Si era por él, sería hasta capaz de dejar atrás hasta su propio corazón.
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Solo una rubia
Roman pour AdolescentsSolo una rubia #1 SUR Danielle, Elle, Ellie, Daniel, Dani, Dan o como sea que la conozcas siempre está metida en problemas. Sin embargo, es fácil confundirte pues su cara de ángel y sus maravillosas dotes de actriz no fueron creados para otra razón...