Biker Daddy (Biker's Love 1)

6 | Salvame

Holly

Observó mi alrededor con mucho miedo, nunca en mi vida pensé en pasar por esto. El lugar es muy oscuro apenas y puedo ver donde estoy.

¿Por qué alguien querría secuestrarme?

– Me alegra verte de nuevo querida hermana – la voz de Josh suena por todo el lugar – Si no hubiera sido por esa zorra de Cherry no habría funcionado, pero una buena follada las mantiene fieles y satisfechas –me mostró una sonrisa ladina – Lastimosamente ella creía que podría regresar con tu amado y por fin sería de ella, no pasó ni cinco horas cuando la descubrieron, no me sorprendería que estuviera muerta – me mira fijamente – puedo dejarte vivir hermanita, pero con una condición, debes ayudarme en mi trabajo, sería mucho más fácil.

Niego con mi cabeza ya que mi boca esta tapada.

– Lo harás. – toma fuertemente mi cabeza haciendo que lo mire.

Suspira para luego levantarse de su lugar.

– Pensarás en lo que has hecho, hasta entonces no te soltare. – sale de la habitación dejándome totalmente sola.

Mis ojos comienzan a arder debido a mis lágrimas, quiero a Gabriel, quiero que mi héroe me salve de mi hermano.

Lloro sin parar hasta quedarme dormida.

Fuertes ruidos se escuchan fuera de la habitación, la puerta se abre revelando a Josh, él viene hacia mi y me toma con mucha fuerza sacándome de la habitación.

– Tu amor te ha encontrado cariño, pero no te entregaré a él sin pelear. – me jala fuertemente de mi cabello haciendo que lo siga.

Mi cabeza comienza a doler y mis ojos a arder tratando de acostumbrarse a la luz.

Josh me lleva por los mugrientos pasillos del lugar, estoy segura que este es el final para mí. Las lágrimas comienzan a brotar de mis ojos.

Nunca pensé que mi vida acabaría aquí, sola con la persona que pensé que me protegería y lejos de mi otra mitad.

Cuando creía que ya todo estaba totalmente perdido.

Aparece mi héroe.

– Gabriel. – susurro su nombre.

Su mirada es de odio puro, se que mi hermano no saldrá de esta.

Se acerca hacía nosotros, Josh reacciona lo más rápido que puede tomando una pequeña navaja poniéndola en mi cuello.

– Un paso más y no tendré otra opción más que terminar con la vida de mi querida hermanita.

Gabriel para sus pasos pero su mirada sigue totalmente seria.

De repente Josh suelta la navaja y cae hacia atrás.

Volteo a ver a una Ani que respira con fuerza y tiene un bate de béisbol en sus manos.

– Wow. – le dije después de que me quitara la cinta que me cubría la boca.

– Te dije que nos apoyaríamos entre nosotras, eso quiere decir que si tengo que patearle el trasero a alguien lo haré, además me funciona como una pequeña venganza por lo qué pasó. – se acerca a mi dándome un fuerte abrazo.

– Si me disculpas Ani, tengo que llevar a mi chica a un lugar seguro. – me toma de la cintura sacándome del lugar sin dejar que hablara.

– Me salvaste, bueno en teoría fue Ani, pero viniste por mí.

– Siempre vendré por ti. – gruñe.

***

Sonrió mientras observó a Gabriel.

Han pasado unos días desde el secuestro, mi hermano está en la cárcel, quizás estar ahí lo haga pensar un poco en todo lo malo que ha hecho.

A pesar de que el fue bueno conmigo, nunca me imagine que enterarme de la verdad hubiera hecho que él quisiera hacer que desapareciera.

Los últimos días han sido los mejores de mi vida amo a mi motociclista.

El siempre viene a mi recate, siempre estará para mí al igual que yo lo haré por él.

Me acerco hacía el sonriendo.

– Gracias por estar para mi, papi. – le susurro en el oído – Te amo.

– Yo también te amo dulce niña.

– Voy a fingir que no escuche eso. – volteo a ver a Duncan quien nos mira con asombro.

– Lo siento. – me sonrojo.

– Tú haces feliz a mi padre, no tendrías por que avergonzarte.

– Si, supieras lo que yo he escuchado sobre Ani y Duncan, no los volverías a mirar de la misma manera. – dice Gabriel tratando de sofocar una carcajada.

– Ya lo creó – me rio suavemente – muchas gracias por aceptarme en sus vidas.

– Claro – se rasca la parte trasera de su nuca – bueno me retiro antes de que escuche algo que me traumé de por vida.

Gabriel suelta una gran carcajada.

– Pobre tendré más cuidado la próxima vez, lo prometo papi.

– No te preocupes por eso dulce niña.

– No sabes cuanto te amo papi.

– Estoy seguro que yo te amo muchos más.

– No lo creo, yo lo hago, yo te amo más.

– Claro que no cariño, yo soy tu papi, por obvias razones te amo más.

– Eso no se vale. – hago un pequeño puchero.

– Pues para mi sí es justo.

– Bien. – me cruzó de brazos fingiendo enojo.

– Te amo dulce niña – besa mis labios suavemente – se que tu lo haces igual, dale un abrazo a papi. – pica con suavidad mi panza.

Me rio por las cosquillas, para luego darle el abrazo que me pidió.

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Parte Corregida