5 | Eres Tú

7.1K 309 6
                                    

Gabriel

Su respiración es lenta y tranquila mientras duerme.

Después de alimentarla correctamente y ponernos a hablar por un largo rato quedo totalmente dormida en mi regazo.

No entiendo el por qué la traje a mi habitación, pero no sé moverá de aquí sí puedo impedirlo.

***

Despierto totalmente solo en la cama.

¿Dónde estará?

Simplemente desapareció.

Cómo no lo haría si apareció en mi cama sin ninguna explicación.

Me levanto rápidamente, preparándome para ir a buscarla. En ese momento la puerta se abre y ella aparece con una pequeña bandeja en sus manos.

– Fui a prepararte un desayuno. – me sonrió con algo de timidez.

– No tienes que preocuparte por eso, bebé – tomó la bandeja de su mano para llevarla a la cama – siéntate, te alimentare.

Me dedico a alimentarla y cada vez que puedo le robo un pequeño beso de sus labios.

Cuando el plato está totalmente vacío me inclino hacia ella tomando posesión de sus labios, metiendo mi lengua dentro de su boca.

Se que es muy pronto para amar a esta chica, pero hay algo dentro de mí que no puede dejar de pensar en ella.

No puedo esperar el momento en el que está pequeña chica sea mía.

Me devuelve el beso de manera torpe.

Nos separamos para poder tomar aire.

– Papi – susurra con sus mejillas sonrojadas – ¿Podemos jugar? Pero esta ves quiero llegar hasta el final.

– Joder, dulce niña.

🧁Demasiado dulce para diabéticos 🧁

Comienzo a besarla con fuerza, nuestras ropas desaparecen poco a poco hasta que ambos estamos totalmente desnudos.

Comienzo a besar su cuello dejando pequeñas mordidas.

Llegó a sus pequeños pecho con puntas rosadas totalmente duras.

Meto su pequeño pezón en mi boca, escucho sus gemidos de placer.

Comienzo a bajar hasta llegar a su hermoso coño.

Paso mi lengua por toda su intimidad, haciendo que ella grité de sorpresa.

– ¡Papi! – chilla – no puedes poner tu boca ahí. – dice con las mejillas sonrojadas.

– Papi, puede hacer lo que quiera dulce niña. – vuelvo a probar su intimidad hasta que me pide que pare.

– Ponte en cuatro dulce niña. – le ordeno mientras le doy un pequeño golpe a su trasero haciendo que salte, rápidamente hace lo que le digo mostrándome su hermoso culo, que en poco tiempo estará rojo por mis manos.

– Hoy te enseñaré a ser una buena niña y no desaparecer sin decirme nada, ¿entiendes? – ella asiente, le doy otro golpe haciendo que ella gima.

– Te gusta eso, ¿verdad? – dejó caer un golpe fuerte en su trasero y se sacude contra mí, sus caderas empiezan a moverse hacia mí – Te gusta que te azoten como una niña mala.

– ¡Sí, papi! – gime – me encanta.

Amaso ambas mejillas con firmeza, dándole un fuerte golpe.

– Joder, sí, pequeña, ¿eso te hace mojar?

– Sí – gime – se siente tan bien.

– Espero que estés lista dulce niña, la polla de papi entrará en tu gatito.

La volteo de manera que sea más cómodo para ella, me encanta que su culo esté al aire pero quiero que nuestra primera vez sea despacio.

Mi polla está en su pequeño agujero mientras comienzo a frotarme contra este.

Con mucho cuidado voy entrando dentro de ella, siento una pequeña resistencia, me acerco a ella y la beso mientras entró en ella por completo.

– Papi – gime – duele mucho, está muy adentro. – sus lágrimas comienzan a caer de sus ojos, rápidamente comienzo a secarlas con besos.

– El dolor pasará hermosa niña. – comienzo con pequeñas embestidas, hasta que gime de placer.

Al parecer su dolor ha desaparecido.

Comienzo a moverme con más fuerza y rapidez, ella gime y su interior se contrae. Se que está apunto de venirse.

– Córrete dulce niña, vente en toda mi polla.

Ella grita su orgasmo tan fuerte que mis oídos pitan, rápidamente mi orgasmo llega y me corro dentro de ella, cuando creo que he terminado otra corriente pasa atreves de mi haciendo que más semen salga de mi interior.

Miró nuestra unión sacando mi polla de su apretado gatito. Hay una pequeña mancha rosa en la punta, mi semen, sale de su pequeño agujero. Hilos de semen gotean de mi polla y aterrizando en su coño

Ahora es mía para siempre y me encargaré de que así sea por el resto de nuestras vidas.

***

Holly

Me despierto totalmente adolorida, el calor se apodera de mis mejillas al recordar lo que pasó anoche.

Su fuerte brazo está alrededor de mi cintura, está pegándome a él. Es la mejor sensación del mundo.

No quiero que esto se acabe y espero que nunca lo haga quiero estar con él toda mi vida.

Él se ha ganado mi corazón poco a poco, nunca en mi vida he amado a alguien con la misma intensidad en que amo a Gabriel. Se que es muy pronto para sentirlo o llamarlo amor como tal, pero es lo que me dice mi corazón.

Recuerdo cuando mis padres estaban con vida a pesar de que apenas era una niña sé que ellos tuvieron un amor tan fuerte y intenso que no podían vivir uno sin él otro.

En todas las fotos que hay de ellos siempre se observaban con ojos totalmente brillantes.

Siempre añore encontrar a mi príncipe azul y casarme con él.

Puede ser que Gabriel no lo sea, pero si es mi motociclista, aquel que me salvo de la persona que decía amarme, pero que no se le detendría el corazón al pensar acabar con mi vida.

Lo observó mientras duerme dejando un beso en sus labios.

Me levanto con mucho cuidado de no despertarlo sacando su brazo de mi cintura, para ir a prepararnos algo de comer.

Me pongo la camisa de Gabriel y salgo de la habitación.

Inmediatamente siento un pañuelo en mi nariz para que luego todo se volviera oscuro.

.

.

.

.

.

.

.

Parte Corregida

Biker Daddy (Biker's Love 1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora