Capitulo 4

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El tiempo paso muy rápido para Usagi —acostumbrarse a ser mamá no fue fácil, a pesar de toda la ayuda—, y su bebe. Para cuando ésta se quiso dar cuenta, la pequeña Rini tenía ocho meses ya. A pesar de haber sido su decisión seguir a Diamante y de todos los cuidados que la familia Black Moon le daba, Usagi se sentí muy sola: extrañaba a su gatita; a sus entrometidas Sailor; y sobre todo extrañaba a la persona que amaba, aunque a él lo llevará extrañando mucho tiempo ya.

Quería verlo más que a nada, pero tenía miedo de ser juzgada por la media luna negra en su frente y eso era lo único que la retenía en Némesis. Puesto que como Diamante le había dicho, su poder despertaría cuando ella estuviera lista para aceptar su nuevo destino, pero estaba asustada —muy asustada—, las palabras de Diamante sonaban muy definitivas. Seguía sintiendo que tras esas palabras había mucho más, igual que seguía pensando que tras las acciones del Rey de Némesis había más de lo que éste dejaba ver.

Así que se refugiaba constantemente en los jardines del palacio negro, en muchas ocasiones evitando a todo el mundo y aprovechando que alguna de las otras chicas estaba jugando con Rini. Berthier pasaba muchísimo tiempo con ella a pesar de sus intentos por evadirla, ya qué se preocupaba por ella al notar la tristeza que cubría su bella mirada. Aunque no era la única ya que la pequeña Hatsu, siempre estaba cerca, y tanto Koan como Berthier dejaban a sus hijas, Akira y Ruri, jugar con la pequeña Rini; tratando de impedir esos momentos en los que se encerraba en sí misma.

A Usagi siempre le había parecido curioso el nombre de la pequeña hija de Zafiro y Koan, pero cuando le explicaron que significaba esmeralda y que había sido nombrada así en parte como un recuerdo y una memoria a la antigua miembro de la familia Black, su curiosidad la pudo y les cuestionó sobre por qué ellos no habían vuelto a Némesis.

Diamante fue el encargado de informarle, que tanto Esmeralda como Rubeus no habían recibido una segunda oportunidad porque ninguno de los dos había demostrado estar arrepentido de sus actos —provocando alguna pregunta más, para las que no tenía respuesta—. Así que era posible que en un futuro renacieran, pero como personas nuevas y sin memorias de su pasado, que era lo mejor que les podría pasar según Diamante. Pues así tendrían una nueva oportunidad para ser buenas personas.

Lo que nadie sabía es que mientras en Némesis, todo transcurría con relativa calma y tranquilidad, dentro de lo que cabe. En la Tierra, una nueva Reina acababa de ser proclamada y ambos Gobernantes sonreían al pueblo muy felices de su reciente matrimonio, aunque esperado por parte de mucha gente de la corte. Pues como Usagi les había dicho en su carta, Setsuna y Mamoru se habían dado una oportunidad y ambos eran muy felices juntos.

Por el contrario, en Kinmonku se respiraba felicidad y amor por todos los costados menos para una personita que seguía preguntándose cuanto tiempo más debería esperar para ver a la chica que poseía su corazón por completo. Sus hermanos le habían interrogado reiteradamente, sobre el contenido de la carta, pero Seiya solamente les había dicho la parte sobre Diamante. Quería más que nada compartir la noticia sobre que su Bombón no había fallecido, pero... sería fiel a lo prometido.

Dos meses más pasaron, y las noticias de la nueva regente de la Tierra llegaron a Némesis y Kinmonku. La noticia causo diferentes sentimientos, pero el más importante era el de felicidad que sintió Usagi, ahora era completamente libre de perseguir su felicidad. Aunque aún seguía deseando encontrarse con ese enemigo de la Tierra y darle su merecido, pero Diamante le aseguró que no era su batalla, que ella tenía una tarea y un propósito mayor. Para frustración de Usagi que comenzaba a odiar el hecho de que Diamante, a quién había llegado a considerar su amigo, hablase siempre en círculos. ¡Necesita respuestas!

Según el gobernante de Némesis era tarea del Rey de la Tierra derrotar a ese enemigo, pues hacerlo le ayudaría a despertar su poder y ser el gobernante que la Tierra necesitaría en el futuro y ella no podía intervenir, porque eso volvería a provocar la espiral de protección que la Tierra había necesitado hasta el momento. Pero seguía queriendo ayudar, le preocupaba Mamoru... era su amigo y una persona a la que seguía amando, aunque no fuera de la misma manera que antes.

Luna NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora