Luna Negra

Capitulo 5

Cuando eres feliz el tiempo pasa muy rápido y eso lo descubrió la pareja más dulce de todo Némesis. Su felicidad era tan obvia que inundaba el palacio, haciendo que incluso los miembros de la Familia Black Moon sonrieran más. Seiya se incorporó a la vida del palacio con facilidad, ayudando y aconsejando a los dos hermanos con la seguridad; tarea en la que destacaba en Kinmonku.

Usagi por su cuenta también cambio y floreció como las flores más bellas en primavera, alejando la preocupación que siempre acompañaba a la familia Black Moon sobre su estado de ánimo e influenciando incluso en la pequeña Rini que dio sus primeros para alcanzar a Seiya, entre pequeños gorgojeos felices. Eso había sorprendido gratamente a la pareja, porque la pequeña había tardado un poco más de lo normal en comenzar a caminar y lo había hecho mientras pronunciaba "pa-pa".

Ese pequeño, pero tierno momento hizo que los ojos de la pareja brillasen con lágrimas no contenidas por distintos motivos: Seiya con la ilusión y algo de miedo por recibir el honor de ser considerado como un padre; Usagi con alegría pura porque veía su sueño de tener una familia al lado de Seiya cumplido.

Pero toda la felicidad que rodeaba a la pareja, no hizo que los entrenamientos de Usagi se redujeran e incluso aumentaron, ya que muchas veces Fighter se unía a ella, cuando era seguro que nadie notaría la presencia de una Sailor en el planeta; ya que Némesis no contaba con sus propias Sailor. Eso dio sus frutos unos meses después, cuando Usagi finalmente logró recuperar su poder sobre el cristal de plata, incluso si la insignia de la Luna negra parecía amortiguar su control sobre él. Pero en el momento en que obtuvo el control sobre el cristal se encontraba entrenando sola, y lo que sucedió causó una reacción en cadena bastante sorprendente.

Seiya que en ese momento se encontraba caminando hacia el campo de entrenamiento en compañía de Zafiro y Diamante, charlando con ambos jóvenes como amigos de toda la vida; ya que todos se llevaban francamente bien. Sintió la explosión de poder que recorrió el palacio negro por completo, casi al mismo tiempo que los dos hermanos de la Familia Black Moon. Y debido a eso los tres dejaron su amena charla en el olvido para salir corriendo hacia el lugar dónde se había originado la explosión de poder, que no estaba muy lejos en realidad, pero sus rostros estaban llenos de preocupación al pensar que algo malo podría estar pasando ya que sus tesoros más preciados se encontraban en el palacio. A pesar de la carrera, solo necesitaron unos segundos para darse cuenta de que había sucedido, en cuanto llegaron al lugar, pero cuando intentaron avanzar no pudieron. La mano de Diamante lo impidió.

Diamante bloqueo el intento de Seiya o Zafiro para acercarse más, mientras los tres eran testigos de cómo Usagi estaba envuelta en una energía iridiscente. La chica pareció ser consciente de la llegada de alguien más, y después de unos segundos se giró hacia ellos. Lo que provocó que los tres fueran testigos de como la luna dorada aparecía nuevamente en su frente, formando en conjunto con la luna negra: Una luna llena con un pequeño hueco en el medio.

—La Luna plateada y la Luna negra se unirán para dar nacimiento a una nueva estrella. —Zafiro repitió la profecía que mucho antes de que vieran de nuevo a Usagi se les había revelado, ante el mutismo de su hermano mayor y la sorpresa de Seiya que miraba a ambos con verdadera curiosidad—: ¿Se refería a esto?

—Eso creo —Diamante respondió mientras seguía observando a la chica que se había convertido en una buena amiga con mucha curiosidad—. Es la única manera en que la Luna negra y la Luna plateada pueden estar unidas.

Antes que Seiya pudiera preguntar a que se referían o de que estaban hablando, la energía que fluctuaba alrededor de Usagi pareció incrementarse a un nivel tan alto que provocó una nueva explosión de luz, pura e intensa. Impidiendo que por unos segundos nadie pudiera ver nada y que los ojos de los hombres que la esperaban se cerrasen por el exceso de claridad en el lugar.