Abandonado - Minjoong

Capitulo 3

- Te lo dije - bufó Mingi luego de escuchar estornudar a Hongjoong.

- Lo siento -

- No es tu culpa -

- ¿No puedo ayudarte igual? - preguntó haciendo ojitos.

- ¡No! estás obligado a quedarte en la cama hasta que mejores -

- Está bien amo -

- ¡No me digas así! -

Hongjoong rió - solo bromeo -

- Además ya casi termino -

- Bueno... - se rindió - ¿Por qué te mudaste aquí? - pregunto Hongjoong, mientras miraba a Mingi ordenar su ropa.

- Mi abuelo murió hace poco, antes de hacerlo me dijo que le gustaría que yo me quedase aquí en su cabaña, y bueno, aquí estoy -

- Lo siento mucho - se lamentó abultando su labio inferior - ¿y te gusta estar aquí? -

- Supongo - se escogió de hombros - bueno, creo que dejare esto aquí, tengo que salir -

- Oh ¿a donde vas? -

- Tengo que hacer un par de compras, trataré de volver rápido - dijo mientras se ponía su chaqueta - puedes hacer lo que quieras, mira la tele si quieres, pero no salgas de la cama, no tomes frió ¿okey? -

- Okey - asintió con su cabeza y sonriente.

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- ¿Hongjoong estás en la cama verdad? - preguntó Mingi apenas entraba por la puerta - estoy yendo, mas te vale que estés  ahí - añadió mientras se acercaba con un par de bolsas en mano - bien, que obediente - dijo al ver al pequeño asintiendo y sentado en la cama mientras miraba la televisión. 

- No he salido para nada - 

- Perfecto, traje algo para ti -

- ¿Para mi? - preguntó curioso elevando sus orejitas.

- Sí, toma - se sentó a la orilla de la cama mientras le daba las bolsas que traía en mano.

- Pero no tenías que traerme nada - dijo apenado mientras sacaba un lindo y abrigado suéter  de color mostaza, acompañado de un jean negro y unas botitas marrones - ¡ES ROPA! -

- Claro, ni creas que te dejaría andar desnudo por toda mi casa sabes - rió, haciendo que Hongjoong se sonrojara de la vergüenza.

- No claro que no - sonrió tímido. 

- Espero que sean de tu talla, por poco y termino comprando en la tienda de niños -

- ¡Oye no estoy tan chiquito! - rió - pero... todo esto es muy lindo, gracias Minnie - agradeció dándole un tierno abrazo por el cuello al alto mientras movía su colita de lado a lado.

- ¿Minnie? - lo miró un tanto sonrojado por la ternura que acababa de causarle, tanto el abrazo, como el apodo por el cual lo llamó, acompañado de su linda sonrisa.