Capitulo 24

452 76 28
                                    



- ¿No harás nada por él? - preguntó mientras seguía los pasos apresurados de Mingi.

- Cállate antes de que vuelva para matarlo con mis propias manos -

- ¡No puede quedarse con Seonghwa! no está bien de la cabeza - chilló.

- Dime una cosa San - se dio la vuelta para hacerle frente y señalarlo con el dedo -¿por qué te preocupas por él ahora?  tú lo metiste en esto -

- ¡LO SÉ, LO SÉ, LO SÉ!  - hizo una pausa intentando aguardar su llanto - pero... sólo temía por mi vida - confesó - le he tenido miedo desde que lo conocí, me hizo lo mismo que a Hongjoong, me compartió un techo cuando se quedó solo, fingiendo ser amable y caí en sus engaños yo también, tenía miedo Mingi, me haría daño a mi y a Wooyoung si no lo llevaba con Hongjoong de vuelta, y no sabes cuanto me arrepiento de haberlo hecho -

- ¿Fuiste ambicioso verdad? - San asintió - ¿por qué tiene tanto dinero? -

- Ya sabes... cosas ilegales - rodó los ojos - lo conocí en uno de esos lugares espantosos donde solía irme a ganar un poco de dinero que me daban esos malditos y asquerosos depravados, y que apenas me alcanzaban para un pan - recordó avergonzado.

- ¿Cosas ilegales? ¿Cómo por ejemplo...? -

- Drogas, Mingi, tráfico de drogas - confesó - ahí lo conocí... él ofreciendo sus servicios, y yo los míos - añadió, con un intento fallido por retener sus lágrimas - fue ahí cuando me engaño, diciendo que no necesitaría más llevar esa vida, que el me daría un techo, pero claro, nada es gratis en esta vida -

- Lo siento mucho San... - se disculpó con cierta culpa por haberlo tratado mal anteriormente, al final, él también estaba teniendo una vida realmente difícil - ¿puedo preguntarte algo mas? -

- Claro -

- ¿Sabes cómo contactarlo "anónimamente"? - preguntó haciendo énfasis en la última palabra.

- -

- Interesante - sonrió de lado.


• * '¨ '* •. ¸ ¸. • *' ¨' * •


- Ya no empieces con tus llantos - rodó los ojos.

- Me odia ¿estás contento? -

- Por supuesto

- Eres muy mala persona - sollozó.

- Ajá, ya párate - lo obligó tomándolo por el brazo.

- ¿No puedes ser un poco mas amable? -

- Lo intento, pero tú me haces poner así, pero eso puede cambiar - cambió el tono de su voz, tomándolo por la cintura - sabes que eso puede cambiar -

- Por favor no - suplicó sintiendo asco por el simple tacto.

- Eres un aguafiestas - bufó - al fin te tengo aquí nuevamente, San pudo satisfacerme un poco pero... se que no será lo mismo contigo - sonrió perversamente.

- ¿San? ¿Qué le haz hecho a San? -

- Nada que él no haya aceptado -

- De seguro lo sobornaste -

- ¿Qué? ¿sientes pena por él? también te engañó, no es ningún santo -

- Tú lo obligaste -

- Como digas - bufó.

- ¿Wooyoung y Yeosang también son parte de esto? -

- Claro que no, son otros par de tontos que confían en cualquiera -

- Deberías ir a la cárcel -

- ¿Y quién va a denunciarme? ¿tú? ¿San? nadie le creería a un par de animales, y Mingi, cree que quieres estar aquí, no se molestará, y en caso contrario no llamaría a la policía ¿o acaso quieres que te lleven a ti también? sabes que no son bien vistos aquí, son casi ilegales, si hubiera leyes sobre ustedes - rió - terminarías en una perrera con suerte -

- Te odio - dijo entredientes.

- Eso no dijiste la última vez -

- Lo sé, pero haberte querido fue un error, no debí haber sentido ningún cariño hacia ti -

- ¿No? el idiota tiene razón, eres un desagradecido, si no fuera por mi estarías en la calle ahora, con suerte vivo -

- ¡Tú mismo me abandonaste! - le recordó, aguantando la bronca que tenía dentro.

- Fue una penitencia - respondió indiferente.

- ¿Que? ¿por qué? - preguntó sorprendido.

- No me obedeciste, no esperé a que cumplieras la mayoría de edad para que me rechaces ¿sabes? al menos te di ese beneficio de que fueras legal, y ni así me complaciste -

- ¿Beneficio? estás enfermo

- ¡YA BASTA! - lo abofeteó - deja de faltarme el respeto, jamás me habías respondido, eras obediente ¿que te pasó angelito? - 

- No me digas así -

- ¿Al final quieres que sea amable o no? -

- Quiero irme -

- ¿Si? bien, vete por esa puerta y no vuelvas, anda - dijo sin preocupación, señalándole la puerta.

Las ganas de salir corriendo de allí eran tan grandes que inmediatamente se dirigió a ella - está cerrada - dijo inocente.

- Claro, ni que te lo hubiera dicho enserio estúpido -

Los pocos minutos que habían pasado parecían haber sido horas, de tan solo pensar que su vida volvería ser la misma que antes, o incluso peor, lo aterraba. En su mente sólo estaba Mingi, sentía la necesidad de estar sólo con él, con la única persona que lo hacía sentir especial y trataba con el cariño que necesitó toda su miserable vida, pero ahora Mingi no estaba, estaba solo, se sentía solo, y no parecía tener ninguna escapatoria.







Abandonado - MinjoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora