CANCELADA || Mafia Boss || Taekook. [+18]

Capítulo 2

El agua caía por mi cuerpo descubierto, se sentía bien. En serio necesitaba un baño. Podría ser una buena ducha, pero los ojos de alguien más seguían viéndome. Estaba de espalda hacia él, pero sentía sus ojos encima, recorriendo mi desnudo cuerpo.

—¿Sólo te bañas con agua? —habló —Con razón apestas.

Estiré mi brazo para tomar el jabón, pero este se cayó a mis pies. Esto no podía empeorar.

—¿No lo vas a recoger? —la voz grave de aquél sujeto retumbó en mis oídos —Esa táctica es muy vieja, si quieres que te folle, tendrás que nacer de nuevo.

Me agaché para tomarlo, pero una nalgada fuerte me detuvo. Me sorprendí por lo que volteé a verlo, él sólo sonrió.

—¿No era eso lo que querías, pequeño marica? —sus fuertes palabras entraron a mi mente como balas, dañando mi sistema —Me tendré que ir, pero si vuelvo y sigues aquí, te comenzaré a descuartizar y le mandaré el video a tu amigo.

Dicho eso se levantó de la silla donde se encontraba, cerrando la puerta luego que salió. Me apresuré a darme la ducha, luego me pondría mi ropa de nuevo y comenzaría a planear el escape. Primero tendría que esperar a que mi pierna sane en su totalidad. Quitarme el gps sería el segundo paso, y luego salir.

Terminé de ducharme, había una toalla en una estantería, por lo que la tomé y me la coloqué. Mi ropa estaba en su recámara, salí del baño y tomé la ropa. Con rapidez tomé mis calzoncillos, ahora al menos no estaba completamente desnudo. La puerta se abrió enseguida, mi corazón latía rápido.

—¿Qué haces aquí? —preguntó el chico rubio de ayer.

—J-Jungkook me dejó usar la ducha —respondí.

—¿Te dio permiso de llamarlo así? —se cruzó de brazos —¿No te vestirás? Tienes trabajo que hacer.

Tomé los pantalones y calcetines, luego me coloqué aquella playera de algodón, finalizando con los zapatos, todo esto con él viéndome. ¿Acaso todos aquí veían lo que hacían los demás?

—Veo que sí te quedó la ropa que te compré —mis ojos se dirigieron a los de él.

—¿Eres Jimin?

—Te dije que me puedes llamar Park —frunció el ceño —. ¿Qué esperas? ¿A que te dispare de nuevo en la pierna? —él había sido el que me disparó ayer.

Se movió de la puerta dejándome salir primero, luego comenzó a guiarme.

—Si no quieres tener problemas, es mejor que hagas caso a lo que dicen tres personas —su voz era más suave que la de Jeon —. Pon mucha atención, Taehyung —mis ojos lo veían detenidamente —, Namjoon es el segundo jefe al mando, es el que te trajo a la casa cuando trataste de escapar —pensar por lo que había pasado ayer me daba escalofríos —, yo soy la mano derecha del jefe, soy su consejero, por lo que tengo más control de los movimientos del jefe —paró de inmediato y volteó a verme —. Si crees que Namjoon fue cruel contigo, no debes hacer enojar a Jeon, incluso Namjoon le teme a él.

—Luego de que me haya dado de comer a mi padre, no dudo de lo que dices —bufé.

—Quizás yo no sea como ellos ni le llegue a su nivel de maldad —cruzó los brazos —, pero tampoco soy un ángel y mi paciencia es corta, Kim Taehyung —dio unos cortos pasos para acercarse a mí —. Si quieres seguir vivo por más tiempo, es mejor que nos hagas caso a los tres, ¿entendido? —asentí lentamente —No dudé en dispararte antes, no creas que dudaré en matarte cuando me lo pidan.

Sabía que lo decía en serio. Aunque me trataba mejor que los demás, Park me mataría si así lo deseaba Jeon. No debía confiar en nadie, ni depositar mi mínima confianza en las cosas. Estaba solo desde que puse un pie en esta casa.