CANCELADA || Mafia Boss || Taekook. [+18]

Capítulo 6

La brisa abrazaba mis cabellos haciéndolos bailar de un lado a otro. El aire fresco entraba por mis fosas nasales, recibía el aire necesario y éste llegaba a mis pulmones.

—¡Taetae! —una voz familiar me llamaba por mi apodo —¡Taetae! —de nuevo —¡Taehyung, despierta!

Abrí los ojos.

—No despertabas, Taetae, ya me había preocupado —su mano posó en mi hombro.

—¿Papá? —él sonrió —¿Qué haces tú aquí?

—¿Qué hago aquí? —su mirada se tornó confusa —Tu prima me invitó a la boda también, vamos adentro la boda está por empezar —ambos nos pusimos de pie.

—¿Mi prima? —él asintió —¿Yuri? —miré a mi alrededor, estábamos en el jardín trasero del templo.

—¿Tienes otra prima? —dio una fuerte carcajada —Ya basta de comportarte extraño, Taetae, me comienzas a preocupar.

—Pero-

—¡Pero nada! —su brazo reposó en mi cuello jalándome con él para empezar a caminar.

—Papá, creo que vendrán por mí —murmuré para que solo él lograra escucharme.

—Shhh —con el mismo dedo índice que llevó a sus labios, señaló con cautela a mi prima, estaba entrando al templo, todos se colocaron de pie, incluyéndome.

Tenía el velo cubriéndole el rostro, su vestido era impresionante. Se veía hermosa. Una lágrima cayó por mi rostro, mi corazón saltaba de la emoción. Todos en el templo se sentaron de nuevo, incluyendo al novio. Todo quedó en silencio, Yuri volteó a verme, quitándose el velo.

—¡V! —sonrió.

—¡K! —me acerqué a ella. Otra lágrima cayó.

—¡Abrázame, tonto! —su pequeño y delicado cuerpo se mezcló con el mío, olía a rosas —Te extrañé mucho, V.

—No tienes idea de cuánto te extrañé —otra lágrima se resbaló por mi mejilla —. Creí que estabas muerta.

—Lo estoy, Taehyung —su mano se reposó en mi mejilla secando la lágrima —, creíste bien —soltó un pequeña risa.

—¿Y cómo puedo verte y tocarte si estás muerta? —mis ojos se abrieron como platos.

—Taehyung, aunque quisiera que te quedaras conmigo en este lado, me temo que aún no es tu tiempo —se encogió de hombros —. No puedo ser egoísta contigo.

—¡No! —tomé sus manos entre las mías —No quiero volver, Yuri, quiero quedarme aquí.

—Yo igual quiero que te quedes, V —de nuevo limpió mis lágrimas con sus pulgares —, pero aún no es tu hora.

—Yuri, por favor —me coloqué de rodillas, le rogaría para poder quedarme aquí —. Allá es muy feo, cada segundo que paso en ese lugar hace que prefiera estar muerto —seguía sollozando.