Capítulo 7

863 65 31
                                    

La luz de la habitación era lo suficiente fuerte para poder observar lo que había a mi alrededor. Sin embargo, desviar la mirada se me era imposible mientras el tío de Jeon estuviera viéndome fijamente; sus ojos eran igual de oscuros que los de su sobrino. Mi corazón no ayudaba mucho a la situación, los latidos aumentaban cada segundo. El tío junto con cuatro personas más me veían de arriba a abajo, como si fuera un filete de carne, ahora entendía a las chicas, era muy incómodo. Mis piernas se encontraban cansadas, ya habían pasado siquiera veinte minutos desde que me ordenaron pararme en la pequeña tarima del medio. Además, me encontraba sin ropa a excepción de un extraño calzoncillo que tapaba mi miembro, pero no mi trasero y unas medias negras que hacían juego.

—¿Dónde encontraste a esta pequeña joya? —preguntó el familiar de Jeon.

—Era hijo de una escoria que trabajaba para mí —el pelinegro le entregó un vaso con whisky a su intimidante parentesco.

—En mi club pagarían mucho por follarlo —habló un viejo regordete —. Solo se le debe pagar algún tratamiento para su piel, y quedará perfecto como mi nueva adquisición.

Mis manos comenzaban a sudar, ¿acaso el Don me vendería a estos depravados? Incluso si así no fuera el caso, Jeon era igual o peor, ¿estaría mejor en un prostíbulo que en este infierno?

—Él serviría de mucho en mi museo sexual —mis ojos se posaron en el hombre que recién habló —. Solo solicito poder ver al niño Kim en una posición específica —mis ojos se abrieron como ollas, ¿acaso me estaba pidiendo que haga una posición sexual frente a todos?

—Él está excelente estando de pie —comentó el pelinegro.

—Pero el señor Chu quiere verlo en otra posición, así que eso se le dará —agregó el familiar del mismo. Hizo un ademán para que el hombre diera la indicación.

—Coloca tu mejilla derecha en el piso y eleva tu culo, como sí te estuvieran follando aquí mismo.

La orden de aquél hombre había ganado risas y comentarios obscenos por parte de los demás hombres que se encontraban en la habitación. Mis ojos dieron con los de Jeon, me veía fijamente, frunció el ceño, se notaba impaciente y hasta podría atreverme a pensar que Jeon Jungkook estaba enojado por la situación, pero no podía estarlo cuando él mismo me trajo a fuerzas aquí.

—¿Qué esperas, niño? —el tío de Jeon se acercó a mí e hizo que me colocara en esa posición. Su mano pesada ejercía fuerza en mi cabeza, mi mejilla pegada en el suelo y mi culo elevado sostenido por las manos del mismo.

—Arquea más tu espalda —ordenó de nuevo el hombre.

Hice lo que ordenó, el tío de Jeon se había ido a sentar de nuevo, en cambio yo, seguía en la misma posición.

—Odio admitirlo, pero mi pantalón está apunto de explotar —comentó otro hombre, todos rieron.

—Les doy un millón de wones si me permiten follarlo en este momento —el hombre que me había ordenado colocarme en esta posición habló mientras me veía el trasero.

Mi corazón latía con demasiada fuerza, podría correr hacia la puerta, de igual manera, ellos vendrían por mí. No había escapatoria de nuevo. Mis ojos se cristalizaron, el miedo era el único que abrazaba mi cuerpo y mente, todo se veía borroso, la primera lágrima cayó por mi rostro.

—El dinero nos sobra, por mí, pueden darle una probada antes de decidir qué harán con él —habló de nuevo el familiar de Jungkook.

Uno de ellos se acercó a mí y unos segundos después había recibido una nalgada, gemí ante el impacto, había sido demasiado agresivo, para nada placentero. Las risas de los hombres se oían en la habitación, no lograba ver a ninguno por la posición en la que me encontraba, pero lograba ver las piernas largas y fuertes del pelinegro. De nuevo, otra lágrima salió de mi lagrimal, caminando por mi rostro hasta caer al frío suelo. Al menos la lágrima había logrado escapar de esta pesadilla.

CANCELADA || Mafia Boss || Taekook. [+18] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora