CANCELADA || Mafia Boss || Taekook. [+18]

Capítulo 13

Punto de vista de narradora

Jungkook se encontraba leyendo el documento que le había brindado Jimin, su consigliere. No podía enfocarse en los textos, hundido en sus pensamientos, recordó a Taehyung desangrando entre sus brazos; aunque ya hubiera pasado más de un año, Jungkook no lo podía dejar pasar, su mundo se había ido por mucho tiempo y lo había dejado solo. Los ataques a los Dragones habían sido pequeños e inconstantes, Jungkook estaba preparando detalladamente el plan para acabar con ellos de una vez por todas, nadie tocaba lo que era suyo. Nadie. 

La voz chillona de Jimin hizo que saliera de su laguna mental, el pelinegro dirigió su vista hacia el rubio, este le entregaba un celular con Hoseok en la línea.

—¿Hoseok? —la voz grave de Jungkook se oyó por todo el auto.

—Escucha, Jeon —el castaño murmuraba desde la otra línea —. Estoy muy seguro que tu tío le intentó hacer algo a Taehyung.

—Repite esa mierda —el tatuado frunció el ceño —. Anda, dime por qué crees eso.

—Lo vi en tu habitación mientras Taehyung se daba un baño, yo —se detuvo un segundo —... dijo que lo estaba ayudando, porque Taehyung se había caído —El castaño cerraba los ojos con fuerzas, se preguntaba si en serio eso había visto.

Jungkook no sabía qué decir al respecto, sabía que el viejo de Jaejin era un maldito pervertido y una persona demasiado turbia. Después de todo, él mismo lo había visto cometer delitos frente a él desde que era tan solo un niño de siete años. No debía siquiera preguntarle a Taehyung si eso era verdad, o que si le había hecho algo más que ayudar, pues Jungkook ya le había hablado claro a su propio tío, le había dado una única regla al dejarlo hospedarse en su casa: No acercarse a Taehyung. 

—¿Dónde te encuentras? —El pelinegro se encargaría de su tío por su cuenta. Ahora necesitaba a Hoseok para que ellos junto con Seokjin puedan exportar la droga de Corea a Japón. No por nada Jungkook había elegido pasar unas "vacaciones en Tokio".

—Estoy de camino al aeropuerto, iré a recoger a Jin —Había una pequeña pausa con mucho silencio en la llamada, el castaño se había extrañado que Jeon no había explotado con lo que le había dicho —. Con respecto a Jaejin, no dudes en llamarme si ocurre algo.

—No hará falta, Hoseok —Jungkook desde un tiempo atrás estaba decidido a deshacerse de su tío —. Los veo allá.

La razón por la que Jungkook aún no acababa con su tío era simple: Él tenía escondida la evidencia de que el padre de Jungkook había asesinado a su madre y que ella no lo había abandonado. Y aunque el padre de Jungkook no estuviera vivo a causa del ataque cardíaco, Jungkook se veía obligado a saber cómo su propio padre había acabado con la vida de su esposa. Además, había una segunda parte; dentro de la caja que Jaejin escondía, se encontraba un USB con todo los datos necesarios para hackear el sistema de los demás bandos que el amigo —ya muerto— del padre de Jungkook, le consiguió a cambio de territorio. Jungkook tenía razones para aún no acabar con su tío.

El pelinegro no había sido cuidadoso al principio, y casi muere a manos del pequeño bando de su tío cuando con tan solo diecisiete años se había enfrentado a Jaejin para la recuperación de la caja. Desde que el tío le dio una lección y lo torturó por días a espaldas de su hermano, Jungkook sabía que debía ser el próximo jefe y no el bastardo de su tío; por lo que a los diecinueve, el chico se autonombró el Don, el Jefe de la mafia coreana. Y todos lo obedecieron al momento de demostrarles que no temía apuntar y deshacerse de una persona.

Jeon Jungkook aún no le haría nada a Jaejin, solo le daría una pequeña advertencia. Incluso si le había hecho algo a Taehyung o no, para el pelinegro era mucho más importante encontrar la caja y finalmente convertirse en el mejor Don de la historia; además, con la caja entre sus manos, podría divertirse torturando a su tío y vivir tranquilamente con su más preciosa adquisición: Kim Taehyung.