Estrellas Del Alba

Capitulo IV

Pues, en las nubes, ¿Quién es igual al señor? ¿Quién se le parece entre los hijos de los dioses?

                                                   Sal 89,7.

Por fin ha llegado el fin de semana, ¡¡Dios, gracias!! No es que sea muy floja para la escuela pero normalmente en la primera semana de universidad, son solo presentaciones, modo de trabajo de cada profesor, modo de evaluación y asesoramiento. Así que si, es muy aburrido. Otra de las razones por las que amo los fines de semana es porque puedo estar encerrada en mi hogar, haciendo lo que a mi más plazca en el momento.
Mis padres están en sus respectivas oficinas detrás de un montón de papeles. No se pueden despegar de sus trabajos, solo niego y me siento a desayunar sola, bueno con Uriel aunque el solo este para acompañarme ya que no come nada, los Ángeles no necesitan comer pues se sirven de la comida celestial, palabras de él, no mías.
Normalmente me echaría en mi cama a ver una película o a leer algo, pero hoy decido que sería una buena idea salir a dar un paseo al menos para conocer las calles o familiarizarme con los locales y así, antes en mi antigua casa solía salir en las tardes a la cafetería, al parque, a las canchas, a la iglesia o en cualquier otro espacio tan solo para pensar y darme un espacio para mí. Así que al terminar de comer me doy una ducha y arreglo un poco para salir.
Lo primero que encuentro después de dos cuadras caminando es un parque, me gusta porque el aire es más fresco y limpio, es un lugar bastante tranquilo, solo que supongo que por ser sábado hay más gente disfrutando con sus familias. Personas tan sonrientes, otros jugando con sus hijos y unos jóvenes haciendo un picnic, personas que no parecen falsas, personas que transmiten buenas vibras, veo muchas parejas enamoradas disfrutando de una hermosa tarde, la nostalgia me invade y el dolor regresa, he luchado tanto con este secreto que siento que me quema cada que lo recuerdo, siempre que esto pasa, Uriel me da calidez con su aura. Y no, no me permito llorar porque se lo prometí a él y no puedo romper esa última promesa.
-Un día te vas a ahogar si no lo sacas Marielle- me dice Uriel, él siempre me ha llamado por mi nombre por más que le digo que me ponga un apodo, según el eso es parte de las reglas de sus superiores.
-¿Por qué los Ángeles siempre tienen la razón en todo?- Pregunto sin ver a Uriel, sé que aunque no lo voltee a ver él va a responder. Por eso me sorprendo mucho al escuchar la respuesta.
-porque son hijos de Dios, fueron creados para dar respuestas a todo- un Caleb sonriente sale detrás del árbol en el que estoy recargada, se sienta junto a mí en el césped.
-¿y nosotros no somos hijos de dios?- le pregunto, agradezco que no se haya dado cuenta que en realidad hablaba con un ser invisible a sus ojos, el me vuelve a sonreír.
-Sí, lo somos. Pero desde el principio de los tiempos hemos cometido errores aun cuando se nos dijo que no deberíamos de hacerlo, somos seres que no obedecemos, en cambio los Ángeles si lo hacen- sonrió por su respuesta, no sé ni porque estoy aquí sentada platicando con el hermano de mi nueva amiga.
- Soy Caleb y tú debes de ser Marielle- elevo una ceja al escuchar que sabe mi nombre –Jully me lo dijo, no ha parado de presumirte con mis padres, que ya hasta tenía ganas de conocerte- así que estuvieron hablando de mí, me pregunto qué tanto sabrá.
-Bueno pues no sé cómo sentirme al respecto- digo dudosa por cómo se lo vaya a tomar el.
-¡ey, ey! Es un alago, no te sientas incomoda, digo tampoco es como que le hayas contado mucho. Veme aquí intentado platicar contigo para saber más de ti- le vuelvo a sonreír, creo que le he sonreído a todo lo que dice y ya me empiezo a sentir patética con eso. No puedo decir que me siento incomoda porque no me siento así pero si es extraño estar aquí con un chico conversando de trivialidades cuando antes huía de ellos, espero que esto no termine mal.
-¡Caleb!- viene una Jully agitada con ¿la novia de Caleb? Vaya esto va ser muy incómodo. –Aquí estas, llevo buscándote todo el rato para decirte que alejes a tu novia de mi presencia, y por favor para la próxima intenta no decirle que se me pegue como garrapata- dice Jully molesta que incluso puedo decir que no me nota.
-¿Qué haces aquí?- le pregunta a su novia bastante molesto, creo que ambos están molestos y no tengo idea de porque, espero que ella no este molesta por estar conversando con su novio, pero ¿a quién engaño? Es obvio que no solo está molesta, esta celosa y cabreada, por como lo mira él y como me observa a mí.
-Bueno, los dejos para que platiquen a gusto- Caleb no me mira, pero Jully nota mi presencia.
-¡ay Hola! Perdona por no saludarte antes, no sabía que estabas con mi hermano- se disculpa. –Sí, hay que dejarlos solos, ven, vayamos de compras- me arrastra para que nos alejemos y caminamos con rumbo al centro comercial.
No me despido de ninguno, porque Jully no me dio oportunidad. Me gustaría decir que me la pase de maravilla pero la realidad es otra, yo soy una señorita pero si hay algo que odio es “salir de compras” no soporto estar entre un tumulto de gente escogiendo que ropa comprar y eso que de por sí ya soy muy indecisa para todo. Así que al no quedarme de otra y para no ser grosera con mi nueva amiga fui a la tortura de los centros comerciales, la compañía de Jully me agrada bastante.
Volviendo a lo de mi conversación con Caleb, bueno no tengo mucho que decir, es un chico que tiene la descripción de un playboy malo, que monta en motocicleta y  trata a todos como si fueran basura pero no es así, es un chico bueno, que está apegado mucho a su familia, que intenta ayudar a sus amigos, que siempre tiende a ver las cosas buenas de lo negativo. Que no le importa ser el quien sufra siempre y cuando los que lo rodean estén bien y felices. No es un chico perfecto pero ¿Quién si lo es?

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Disculpen por andar inactiva en Wattpad, prometo ponerme manos a la obra para nuevos capítulos.
Los amoooo 💋💋💋💋💋

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