Capitulo I

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“E hizo Dios los dos grandes luceros: el lucero mayor para regir el día, el lucero menor para regir la noche, e hizo también las estrellas. Dios los coloco en lo alto de los cielos para iluminar la tierra, para regir el día y la noche y separar la luz de las tinieblas."
                                                                Gen 1, 16-18.

POV MARIELLE
Siempre he creído en los Ángeles, especialmente en los de la guarda y no es porque mis padres sean cristianos o algo parecido, sino porque yo tengo uno, sí, yo tengo un Ángel de la guarda; Uriel, él ha estado conmigo desde que fui concebida y me ha acompañado en estos dieciocho años, ha velado mis sueños, me ha conducido a caminos rectos, me ha guiado en la oscuridad y siempre trata de apartarme del mal.
Yo creo en la existencia de los Ángeles porque lo he visto, si, así es, yo puedo ver a Uriel, mi Ángel guardián. Es un tanto irónico ¿no? Ni yo lo hubiese creído, pero esta es mi realidad. En  el mundo somos muy pocos los que nacimos con este don tan especial y me siento muy afortunada de ser una de las pocas personas con este don, siempre le agradezco a Dios por enviarme a su Ángel.
Mi nombre es Marielle, tengo dieciocho años, soy de tez blanca, pelo color caoba, ojos azules oscuros, estatura mediana y de complexión delgada.  Soy hija única , mis padres son devotos cristianos aunque no van siempre a la iglesia, hoy día les dedican más tiempo a sus trabajos pero siempre agradecen a Dios por todo, ambos son docentes en el instituto en el que voy, no tengo amigos, a menos que Uriel cuente como uno.
Desde siempre me he considerado rara y antisocial, y es que no tengo amigos porque nadie cree en mi forma de pensar y de ver la vid, algunos intentan acercarse a mí, solo por ser la hija de sus docentes favoritos. Recuerdo como conocí a Uriel, él dice que desde que era una bebe yo ya lo podía ver, es normal que los bebes puedan verlos, ya que sus almas aún son puras y porque además no pueden hablar, creyó que ese era mi caso pero no fue así, ya que cuando cumplí tres años nuevamente volví a verlo y desde entonces he interactuado con él. Al principio fue complicado ya que al ser la única que podía verlo y platicar con él, me veían raro y me tachaban de “loca”, mis papas nunca me juzgaron, fueron los únicos que me entendieron, hoy día ya no le tomo importancia y hablo “sola” como dicen algunos, pero obviamente de pequeña si me afecto bastante, recuerdo que me enoje con mi ángel porque por él se burlaban de mí, pero él fue muy paciente, ni se inmutaba con mis berrinches y reclamos.
Me considero una buena chica y aunque sé que el mundo se está deteriorando a causa de los propios humanos, que han hecho y desecho todo lo que se les antojaba, aún conservo mi “espíritu de niña”, aun cuando me han hecho daño, no les he devuelto ni deseado nada malo. Algunos me juzgan por eso, porque ¿de qué sirve ser buena en un mundo de malvados? Creí que tenía todo bajo control, creí que podría ser normal, creí que la maldad no me afectaría a mí, pero todo cambio cuando entre a la universidad, cuando vi que el demonio habitaba entre nosotros y sus Ángeles gobernaban en el mundo terrenal.
Absolutamente todo cambio cuando la conocí a ella.
Cuando conocí  a su Ángel.

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Los amoadoro ❣️❣️❣️

Atte: Lydia Ramiz.
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