Capitulo II

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"Cuando los hombres empezaron a multiplicarse sobre la tierra y les nacieron hijas, los hijos de Dios se dieron cuenta de que las hijas de los hombres era hermosas, y tomaron por esposas aquellas que les gustaron"


Gen 6, 1-2.



POV LILITH


Mi vida desde siempre ha sido difícil, pasar por cosas tan oscuras se ha vuelto una rutina en mi día a día, y es que al final, nos sentimos dueños del mundo por el solo hecho de habitar en ella, a veces me pregunto si Dios realmente existe, porque de ser así, entonces ¿Por qué no ayuda a los necesitados? ¿Por qué destruye su propia creación? ¿Por qué me ha hecho pasar por tanto dolor? ¿Acaso no me considera una hija suya? Al final son solo preguntas sin respuestas.


Con el tiempo entendí que de nada sirve ser buena persona en un mundo lleno de crueldad, entendí que entre más débil seas más se aprovechan de ti, entre más muestres tus debilidades más te atacan, nací en el seno de una buena familia, yo fui una niña buena, fui una niña feliz, en aquel entonces no conocía la maldad ni el dolor, más que el de los raspones que me hacía cuando corría y tropezaba, o el dolor que sentía cuando me caía de la bicicleta.


Era mucha dicha para ser verdad, puedo decir que incluso fui afortunada de conocer a mi Ángel de la guarda, ¡así es! yo podía ver a mi Ángel, él se llamaba Raquiel, me acompaño en mi infancia, creí que éramos amigos, siempre conversaba con él, me ayudaba cada que lo necesitaba, si, definitivamente lo consideraba un amigo, o eso es lo que yo creía en aquel entonces. Pero fue justo cuando cumplí los ocho años que entendí que vivía en una burbuja, en una fantasía inventada por mí, vi como mi familia se desmoronaba, vi como las tragedias caían sobre mis seres queridos.


Se había acabado todo, desde ese día no volví a ver a Raquiel, me abandono justo cuando las cosas se pusieron difíciles para mí, me dejo completamente sola con mis lágrimas y mi dolor. Fue ahí cuando entendí que Dios no existía, que tan solo era una invención de las iglesias para ganar feligreses, porque Dios no te causa daños ¿no? Dios no te abandona en causas difíciles ¿o sí?


Ese día aprendí muchas cosas, muchas lecciones, entendí que caminaba en una cuerda floja de la cual ante el mínimo error de desequilibrio puedes terminar en una caída libre, por fin había comprendido que si no quieres salir lastimada debes ser parte de los "malos", debía elegir entre hacer daño a los demás o permitir que los demás te hagan daño, fue así como apareció Azael y con su ayuda me convertí aún más fuerte.


Soy Lilith, tengo diecinueve años, soy alta, delgada, tez blanca (parezco más pálida, pero es mi color natural), pelo negro oscuro y ojos verdosos, no tengo padres, actualmente vivo con mi madrina, trato de evitar al máximo a las demás personas y solo me junto con los chicos del grupo de mi novio, así es, tengo novio: Caleb, así es como se llama, somos muy parecidos y creo que es por eso que nos entendemos bastante bien.


A mi lado siempre va Azael, mi Ángel vigilante, mi lema es "ser débil es como cavar tu propia tumba". Tengo todo cuanto quiero y lo que no, lo consigo, cueste lo que cueste. A mí no se me habla de Dios, se me habla de Luzbel, del demonio.


Todo marchaba perfectamente bien, todo iba sin contratiempos, hasta que el destino hizo que Ella se atravesara en mi camino.



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Holiii, aquí va una actualización extra, cómo regalo de fin de mes.
Los amoadoro mucho.

Att. Lydia Ramiz
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¡Hasta la próxima!

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