Capitulo II - Tu cuerpo

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Una noche como cualquier otra Horacio se encontraba en los aposentos del rey, sentía la electricidad correr por su cuerpo al sentir las largas y blancas manos de aquel el cual era su amante recorrer cada parte de su desnudo cuerpo, sin dudas sus caricias lo llevaban al mismo cielo, sus labios color cereza y los besos que depositaba en la piel del moreno lo volvían loco, los roces y las caricias que cada vez aumentaban con más fervor y lujuria, su hermosa voz llena de placer que susurraba su nombre entre pequeños gemidos...le hacía perder la cabeza, pidiendo cada ves más y más de el, al finalizar el escudero recogía sus ropas y se bestia para salir de la habitación, mientras que el rey, saca las sabanas para meterlas al abrazador fuego de la chimenea y finalmente recostarse a dormir

Aquello se convirtió en su rutina y así transcurrieron días, semanas y todo parecía normal, cada uno cumplía su función pero por la noche a cierta hora estaba prohibido siquiera acercarse a los aposentos del rey o sus alrededores, sin rechistar todos cumplieron las órdenes a excepción del escudero con el cual pasaba aquellas noches llenas de placer, finalmente al terminar se vestían y cada uno volvía a sus ocupaciones

Durante el día una que otra mirada se cruzaba, alguna sonrisa pícara y ojos lujuriosos que mostraba el deseo que sentían el uno por el otro

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Ya habían pasado unos meses y Horacio seguía sin creer lo que pasaba, aún no creía que el y el rey...

–Horacio!– una voz lo saco de sus pensamientos, este recobro la compostura para mirar al sujeto

–Si?...que pasa?– ante una señal tomo postura de descanso –como escudero y mano derecha del rey se exige tu presencia en la corte real– Horacio quedó confundido pues nunca lo llamaban amenos que fuera algo importante...

"Será que nos han descubierto?...sa-saben que el rey y yo..."

Su mente comenzó a imaginarme Miles de escenarios horribles –Horacio!– nuevamente la voz lo saco de sus pensamientos –N-no sabes de qué puede tratarse?– dijo Horacio con cierto temor

–Por lo que ví, se nota que es algo de suma importancia, pero no sé muy bien el que...Total apúrate que te están esperando– Horacio asintió y se despidió para apresurarse a la sala, mentiría si dijera que estaba tranquilo , en su cabeza tan solo pedía que no fuera algo malo, finalmente llegó a la sala, tomo aire y con pasos firmes entro haciendo una reverencia y saludando a los presentes.

Todos miraron a aquel escudero el cual levanto la mirada para cruzarse con el semblante serio del rey, un escalofrío recorrió su espalda, tomo su lugar en la corte y ya que  finalmente todos estaban reunidos la corte dió por comenzada.

–A todos los aquí presentes nosotros los Sabios de la corte tenemos una nueva noticia, el día de mañana al mediodía llegará la princesa Nefar desde nuestro reino vecino Tiranthas, para que todos estén listos ante su llegada, recuerden acomodar dos aposentos pues también viene a acompañarla su hermano, el sucesor al trono el príncipe Gustabo,  por ahora es lo único que les podemos anunciar, sin embargo el día de mañana la grata noticia será dada tanto a ustedes cómo a todo el reino–

Finalmente dio por terminada la seción, todos y cada uno de los presentes se fueron retirando excepto el rey, quien se quedó a hablar con los sabios de la corte

Horacio:

Al escuchar el nombre de gustabo mi corazón dió un vuelco, Gu-gustabo vendría?!?, Hace tiempo no lo veo...como será?, Se acordará de mi?

Sentía una gran emoción de volver a verlo, se que parece raro que lo conozca porque el es alguien de alto rango y yo soy lo que se podría decir un sirviente, pero para gustabo las clases sociales son lo de menos, los dos cruzamos miradas un día de otoño y unos días después formamos una gran amistad o así fue, hace ya un tiempo...no lo he visto específicamente en 9 años...habrá cambiado?

Sacudí levemente la cabeza para seguir prestando atención a la junta, finalmente salimos de ahí para retomar mi puesto junto a James uno de mis amigos y compañero de ronda

James me miró desconcertado pues  tenía una gran sonrisa, el me preguntó si estaba bien, yo acenti en mi mente solo pensaba en que volvería a ver a Gustabo, pero mi sonrisa se desvaneció al recordar lo demás hablado en la corte...

"La princesa Nefar..."

James me miró con sorpresa ante mis palabras –Que tiene la princesa del reino de Tiranthas?–

No me había dado cuenta...lo pensé en voz alta, James no me despegaba la mirada pues lo que antes en mi rostro era una sonrisa, ahora era tristeza y preocupación, aún así lo mire a los ojos

–No, no es nada solo se me vino a la mente, hace tiempo no nos visitan –  le dedique una sonrisa, un tanto forzada he de decir pero fue suficiente para calmarle y así los dos continuamos charlando de cosas triviales

Pero en mi mente solo pasaba la idea del....

"Matrimonio"

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Acaso el rey...el... entonces, ellos dos...No entendía que era lo que sentía en su pecho pero dolía...dolía demasiado y una vez más comenzó a imaginarse Miles de escenarios lo cuales atormentaban a su torpe corazón

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✿)Oli espero que les agrade está historia, he de decir que un estoy retomando esto de escribir...^^

✿)Así que me disculpo ya  que puede que tenga varios errores tanto en escritura como desarrollo de ciertas escenas o personajes, pero intentaré hacer lo mejor posible!!

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