Capitulo XXIII - Calma...

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Gustabo:

He estado acostado en mi cama por horas, sin poder conciliar el sueño, no sé qué me pasa, las palabras de Jack se han quedado grabadas en mi mente, “Me ama?”…. esa palabra daba vueltas y vueltas por mi cabeza

- Como jamás me di cuenta -

Me dije a mi mismo en un suspiro, aun no logro entenderlo, mi pecho se siente extraño, me siento extraño…Entre todo el mar de pensamientos por fin mis ojos se cerraron

El sol atravesaba por mi ventana, “Cuanto tiempo  he dormido”… sentía que solo logre cerrar mis ojos cuando el sol ya llamaba a mi despertar.

El golpe del llamado de la puerta me termino de despertar.

-Adelante…-

Dije con bastantes nervios, quería verlo y a la vez mi cuerpo temblaba del miedo.

Aquella persona entro, mis ojos se sobresaltaron al ver un guardia entrar por mi puerta.

-Buenos días príncipe, vengo a comentarle que seré su nuevo acompañante, ya que el ministro está bastante ocupado con cosas del reino y no tendrá tiempo, me han asignado a mí, espero serle de utilidad.-

Hizo una reverencia y yo la respondí con un leve asentimiento, salió de la habitación y me levante para comenzar a prepararme

La verdad estaba algo decepcionado pero aliviado a la vez…Por mi cabeza pasaron las palabras que había dicho Jack antes de irse e hice una mueca

-No puede hablar en serio, él debe estar a mi lado-

Me dije a mi mismo, finalmente me vestí, la puerta nuevamente sonó, sin esperar contestación Horacio entro con su inigualable sonrisa, la cual en poco tiempo  me contagio, Horacio miraba toda la habitación curioso

-Y Jack?...tenía preparado algunas cosas para hacer los tres-

Escuchar su nombre de los labios de Horacio me hizo tensar, solté una pequeña risita

-Está ocupado con mucho papeleo ya sabes, cosas del reino-

Le dije mientras salíamos de esta

-Pero podemos hacerlo nosotros –

Quería despejarme, necesitaba hacerlo, no pensar más en aquella noche.

Y así fue, nos vestimos de distinta forma, se podría decir que de “incognito” y salimos a recorrer el reino, fuimos al mercado, donde había miles de productos, comimos distintas cosas y compramos algunas otras, corrimos por las calles hasta finalmente llegar a un pequeño lago, done muchas personas, familias, parejas  se sentaban en la orilla a comer o ver el paisaje y eso hicimos, pusimos una manta que compramos en el mercado nos sentamos y sacamos los dulces y las comidas que compramos, charlamos un rato de cosas triviales, Horacio volteo y miro a mi guardia ofreciéndole comida, este la rechazo sin importar la insistencia o los pucheros de Horacio.

Tras unos cuantos bocadillos, Horacio se levantó y corrio hacia la orilla del lago, me miró con decisión, tan solo solté una pequeña risita

-Que haces?!-

-Vamos a disfrutar!-

Dijo para comenzar a caminar de espaldas dentro de este, me miraba con una gran sonrisa, mientras que con sus manos me hacía señales para que entrase

-Estas loco...-

Solté con una sonrisa, me levanté y camine hacia él, poco a poco Horacio se encontraba dentro del lago, llegando solo a mojar sus rodillas, una vez que mis pies tocaron el agua, Horacio no tardo en comenzar a juguetear con sus manos, salpicando me de agua todo el cuerpo, soltando carcajadas ante esto

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