Capítulo 6

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El cuerpo le dolía, había descansado parte del día y aún así seguía sintiendo un  hormigueo recorriendo desde su cabeza hasta la punta de sus pies, sentía todo pesado. Aún así el sonido de su celular la despertó, había ignorado las primera llamadas pero ya se estaba cansando. 

—¿Hola...? —Su voz salió rasposa, le dolía la garganta.

—¡Hasta que respondes! —Una insistente y preocupada Lazuli le contestó. —Necesitamos tu ayuda... ¡Ahora!

Bulma no entendía nada, había pedido el día libre  no estaba enferma pero su cuerpo había sufrido las consecuencias de ser sexualmente utilizado por Vegeta, de nuevo...

—Pero estoy... —Intento excusarse. No quería que la vieran así.

—Pero nada, estamos en camino a tu casa. Más te vale que estés lista. —Le regaño Lazuli y colgó.

—Rayos...

Con la pereza sobre ella, la peliazul se levantó y fue a la ducha, con la esponja esperaba borrar cualquier rastro y marca que Vegeta le había dejado en el cuerpo. Se sintió una basura mientras intentaba borrar con jabón cada mancha rojiza que había sobre su cuerpo, era inútil, cuando estaba sola con Vegeta no podía pensar con claridad y de eso se aprovechaba, esa ocasión no había sido diferente. La había besado y llevado a un motel toda la noche donde la había tomado cual animal, al despertar Bulma estaba sola en la cama y había dinero en la mesa con una nota: Paga el cuarto.

Las lágrimas amargas que soltó la sobrepasaron. ¿Cuándo aprendería que Vegeta sólo la quería para una noche de sexo? Tal vez nunca lo haría, por eso debía alejarse de él. Por eso...

Más tranquila salió de la ducha para colocarse unos jeans y un poleron que le hacía varias tallas más grande, cepillo su cabello y cuando volvía a su cama sus amigas llegaron. Lazuli tenía una mirada sería e intranquila, por otro lado Milk se veía enferma y pálida.

—¿Qué le pasó?—Se alarmó Bulma al ver el estado de Milk.

—¿Qué tan rápido puedes realizar una prueba de sangre? —Sin responder a su pregunta, la rubia hizo otra más importante.

—Una hora, tal vez menos. —Respondió Bulma. —¿Por qué?

Las recién llegadas se miraron en complicidad, hasta que tomando valor Milk habló:

—Necesito una prueba de embarazo.

—¡¿Qué?!

《¡Imposible!》En sus pensamientos Bulma procesaba aquella frase, la feria una y otra y otra y otra vez, pero no podía, simplemente no podía creerlo. 

—¿Acaso es de...?

—Eso no importa ahora. —Le cortó Lazuli. —Primero debemos confirmar su estado.

—Entiendo, entiendo. —Accedió la peliazul. —Vamos al laboratorio de mi padre, ahí te haré la prueba ¿De acuerdo?

Con el consentimiento de la dama en cuestión, las dos mujeres siguieron a Bulma por los extensos pasillos de aquella mansión. Fácilmente podrían perderse, cada puerta y ventana tenía el mismo estilo y decoración, era un laberinto, así llegaron hasta una puerta de metal que era similar a un ascensor pero contenía clave de acceso.

Bulma apretó unos botones y las puertas se realizaron dando paso a un laboratorio moderno y bien equipado. Con maestría Bulma preparó un par de jeringa y tubos de ensayo.

—Bien nena. —Miro a Milk pidiendo permiso para realizarle la prueba.—Descubre tu brazo y respira...

Milk cerró los ojos con fuerza y sintió un leve pinchazo, contó hasta diez en su mente y finalmente el algodón reemplazó la aguja. Había terminado, ahora sólo quedaba esperar.

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⏰ Última actualización: Dec 28, 2020 ⏰

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