El insistente sonido del despertador irrumpió el profundo descanso de la joven, se levantó para recordar que ese día no tenía turno. Estaba de descanso y para mala suerte ese reloj maldito seguía programado para levantarla.
—Fastidio... —Refunfuño Milk, aún dormitando, pero se negó a volver a la cama. Tenía cosas que hacer.
Se levantó directa a iniciar un nuevo día con una buena taza de café, acompañado de pan tostado y una deliciosa jalea de mora. Los días de descanso eran de los pocos en los que podía desayunar decentemente, los días de trabajo la apuraban a sólo beber café y salir corriendo. Disfrutando cada sorbo y degustando cada trozo de su desayuno, terminó y empezó a realizar sus tareas: Colocar la ropa en la lavadora, limpiar los pisos y arreglar su pequeño departamento.
Cuando hubo terminado apenas era medio día, agotada se dispuso a sentarse en el sillón de su sala-comedor-cocina y distraerse con algún programa de tv. Todo se vio interrumpido con el toque de su timbre, insistente y repetido.
—¿Quién es? —pregunto por el intercomunicador.
—¡Las personas que te van a llevar a la mejor fiesta de tu vida!—El grito atravesó el aparato de comunicación, dejándola molesta por el ruido estridente.
¡Quería descansar!
—¡Más te vale que abras! —decía Lazuli —O me obligaras a romper la puerta del edificio.
—No hagas eso. —Milk pidió, ya había pasado una vez, no pagaría otra puerta de nuevo.
Abrió la puerta automática con un sólo botón para dejar entrar a sus revoltosas amigas. Ella apenas podía descansar ¿Cómo Lazuli que tuvo turno de noche estaba tan enérgica? No lo entendía.
—¡Te dije que ya hizo la limpieza! —Observó Bulma al entrar y ver todo reluciente —Me sorprende que con tus dotes de ama de casa no consigas un buen marido.
—No espero a nadie, menos a un príncipe azul como tú. —Le contestó Milk, Bulma le sacó la lengua por burlarse de su tonto sueño de casarse con un príncipe.
—No espero un príncipe, —Dijo Lazuli, sacudiendo su corto cabello rubio. —Sólo espero alguien que pueda mantenerme para no volver a trabajar nunca más. Es lo más práctico
—Son tan poco románticas, —Se quejó Bulma —¿Acaso no quieren salir y encontrar al amor de su vida?
—Llámame loca, pero casi puedo ver salir flores y mariposas de fondo. —Se burló la rubia.
—Bulma está: desquiciada. —convino Milk.
—¡Hey!
Después de unas cuantas charlas, las mangas se relajaron, Bulma estaba sentada en el alfombrado del piso, Lazuli junto a Milk, compartiendo el sillón. Molestandose, eran buenas amigas, se habían conocido en la universidad y se volvieron inseparables, tanto que lograron conseguir trabajo en el mismo hospital.
—Ahora a lo que vinimos —Con una sonrisa maliciosa Bulma abordó a las dos mujeres.
—¿Qué cosa...? —Milk tenía un mal presentimiento.
—Mi familia organizó una cena, de caridad, es está noche y debes asistir. —De forma autosuficiente, la peliazul hizo una mueca vanidosa y se adelantó a las excusas de Milk. —No aceptaré un no como respuesta, tienes hoy y mañana libre de trabajo. Así que mejor vete haciendo la idea.
—Bulma... —Gimoteo la pelinegra, no tenía ganas de salir, prefería quedarse a estirar sus piernas y descansar. —Lazuli, dile algo...
—¿Y perderme la oportunidad de conocer a un magnate?
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CONTRA RELOJ
FanfictionCuando el tiempo corre a contra reloj, todo puede pasar... Milk es una mujer muy aplicada a su vocación, ser enfermera, su vida se basa sólo en una rutina: ir del trabajo a casa, hasta que una noche encuentra a un hombre herido y lo salva de morir. ...