CONTRA RELOJ

Capítulo 5

《Se estremeció...

Sus grandes manos realizaban un recorrido en todo su cuerpo, un viaje de placer la llenaba por completo, era tan abrumador  que su mente se puso en blanco sólo de sentir sus labios besando minuciosamente cada rincón de lugares prohibidos que le abrían un camino a sensaciones desconocidas para ella. Milk chillo cuando la suave tela de su ropa interior fue removida dejando el espacio libre para que unos dedos juguetearan ahí... en ese lugar que nadie había conocido.

Era terrible, imposible, increíble... un vaivén de leves estocadas y toques, cada movimiento la obligaba a liberar su voz en un gemido que hasta ahora era desconocido que podía hacer esos sonidos. Cada entrada y salida de aquellos dedos tan hábiles la retorcían en absoluto deleite y gozo, nunca se había sentido así en su vida y su apetito por querer más de esa lujuria estalló.

El placer la adormeció, que acompañado con la poca lucidez del momento gracias al alcohol en su sistema, la liberó de su decoro para exclamar sin un ápice de vergüenza:

—¡Más! —

Aquel pedido fue sorpresivo para el hombre, sabía poco de aquella mujer pero que resultará ser tan ardiente en la cama lo encendió, así que aceleró los movimientos pero sin dejar la delicadeza, finalmente había descubierto que la estrechez de su interior era por una razón exquisita: Era virgen. Cada sonido, cada grito, cada sensación, cada expresión de su rostro serían primero para él y Goku se sentía un maldito afortunado, así que desesperado por ver el cuerpo de la peli-negra ser arrastrado por el placer siguió moviendo los dedos. Hasta que Milk lo sintió y fuera de si totalmente se liberó, su cuerpo se tenso para finalmente relajarse de la forma más perfecta que jamás había visto, su espalda se arqueo de forma deliciosa elevando su pecho aún cubierto del sujetador, su cabello oscuro regado por la almohada, sus ojos cerrados con fuerza, sus labios apretados en un grito contenido y su interior ardiente y mojado por su reciente orgasmo.

Su primer orgasmo...

Milk no cabía en si misma por tan arrebatadora y nueva emoción, sensación... No sabría describirlo, era como flotar cual burbuja para finalmente estallar en varias gotas de estímulos.  Era un nuevo sentir y le gustó.

—No te relajes hermosa. —La voz suave y varonil del dueño de tales caricias le atrajo, lo miro con mayor intensidad para vislumbrarlo entre la poca luz: Era el gángster. —Ahora me toca a mí...

El sonido de un cierre siendo bajado con rapidez y un cinturón desabrochado la asombró...》

Con el ruido de la ciudad abrumando sus oídos, Milk se despertó de una noche de sueños intranquilos que  había tenido por mucho tiempo, las últimas noches habían sido una telaraña de sueños conectados con recuerdos fogosos de su desliz nocturno. Después de que hace unos días tuviera la primera y última aventura de una noche con un Gángster y no cualquier gángster uno que había literalmente salvado la vida y que había sido su primer y única experiencia sexual.

Pero claro eso él no lo sabía y para Milk era mejor así. Aunque sentía picazon por haber perdido su virginidad en tales circunstancias, aún así no había sido una mala experiencia para ella.

O eso era lo que sus sueños intentaban recordarle cada noche.

Fue así que se preparó para irse al trabajo, salió del edificio de su departamento y fue directo a comprarse un café. Verifico su billetera y recordó que había perdido su tarjeta de crédito en su noche de pasión por lo que había llamado al banco para bloquearla. Tendría que ir al banco a por otra...

《Con las ganas que tengo...》 Pensó fastidiada, menos mal tenía algo de efectivo así que pidió un café negro muy cargado y se apresuró a llegar a su trabajo.