윤민; [Run! Run and Kill!]→ y.m【#1 | Saga Apocalíptica】

22: ¿Nos ignora?

Cuando se piensa en la muerte,

A los valientes les tiembla el corazón,

Inertes por el miedo,

Desean escapar y

Amanecer sabiendo que fue un sueño.

•••

Un helicóptero…

Un helicóptero se asemejaba a las aves que diseñaban las rutas de su vuelo entre las nubes y tenían una vista periférica del auténtico infierno que se había desatado en las tierras de los pecadores que causaron su propia destrucción. Los ojos oscuros eran dos puntos de pánico dentro de sus cuencas y los hilos grises –blancos bajo el sol– entraban y salían de su campo visual. ¿Estaba volviéndose loco o había visto un helicóptero?

—Yoongi —susurró Changkyun y parpadeó perdido. El callejón se había vuelto angosto y la libertad se deslizó como agua entre sus dedos; dirigió su mirada al grupo, notando que los mellizos estaban de vigilantes y Namjoon empuñaba su cuchillo cuando un mordedor entró al espacio, no tuvo que hacer nada cuando este siguió derecho con su caminata tambaleante hasta salir del callejón, siendo atraído por los gruñidos de los mordedores en la avenida y el fuerte olor a putrefacción que traían sobre ellos probablemente les había salvado el pellejo—. ¿Regresamos a la mansión?

—Sí, pero tengamos cuidado —dijo y afianzó las correas de la mochila que cargaba. Los restantes se aproximaron para irse y salieron con cuidado, pisadas silenciosos, presencias inexistentes. Al llegar al límite del callejón, Yoongi asomó sus ojos y se volvió a ocultar al ver los mordedores que habían también por el otro lado y mordió su lengua para no maldecir al mundo. Aún así, miró el entorno, más allá de los vidrios rotos, la sangre que teñía el suelo o los cuerpos ambulantes; se fijó en los edificios y vio un cartel medio destruído que tenía escrito con tiza en elegantes letras: "Café Chocolatte". Miró detrás de él, donde sus compañeros estaban expectantes a cualquiera de sus gestos y vio a través de ellos, donde había una puerta a un costado, dejando la entrada al personal de la tienda. Siempre había de esas puertas en ese tipo de avenidas comerciales, por allí usualmente los trabajadores hacían movimientos para sacar la basura o era para no salir por la puerta principal cuando había clientes.

—¿Qué sucede? —preguntó Namjoon cuando no avanzaron.

—Hay un grupo de mordedores por la dirección a la que vamos —indicó y uno de los mellizos, Chunghee, se colocó a su lado.

—Alrededor de treinta deben haber ahí. —La noticia fue desesperanzadora para todos y Yoongi siguió repasando los posibles escapes que tenían.

—El edificio a nuestro lado es un café. —Apoyó su mano en la pared agrietada a su costado— Si entramos por esa puerta, podemos entrar al café y ya adentro, hay dos posibilidades: que haya otra puerta auxiliar o que no la haya.