윤민; [Run! Run and Kill!]→ y.m【#1 | Saga Apocalíptica】

19: Bien, preparémonos.

Grullas de papel teñidas de

Rojo volando al horizonte

Al más allá en busca de paz.

Vuelve la luna de

Escarlata en una noche silenciosa.

•••

—¡Vamos! ¡Vamos! —vociferaba Yoongi mientras que entre Changkyun y Namjoon trataban de subir las escaleras con el cuerpo de Jungkook, un Jimin preocupado los seguía al igual que Nayeon que tenía que ir detrás de ellos por sus conocimientos de medicina.

Colocaron el cuerpo sobre la colcha y Nayeon llevó su mano a la frente del menor que respiraba con dificultad, luego de su pequeño desmayo despertó alterado y con dolores musculares. Todo fue tan espontáneo que olvido que dejó a Hoseok solo haciendo guardia.

—¡Soonyoung! Ve con Hoseok hacer guardia —dijo tan rápido cuando se dio cuenta de ese detalle, el nombrado acató las órdenes de inmediato al ver todo el alboroto que se formó gracias a la inestabilidad del menor del grupo.

Todos observaban como Nayeon trataba de averiguar qué le sucedía al menor, atentos a cada movimiento ejecutado, hasta los mellizos recién llegados estaban presentes pero bajo la mirada de Namjoon y Jeabum.

Nayeon se separó de Jungkook que parecía adolorido, cada parte de su cuerpo ardía como el infierno y ese incómodo calor bajo su nariz se le hacía fastidioso como el dolor detrás de sus ojos, sentía que su piel era desgarrada tan minuciosamente y lento... Lento como un caracol para intensificar la tortura.

La mayor suspiró.

—¿Qué sucede? ¿Qué tiene? —preguntó Chaeyoung preocupada, esperando que no sea algo tan grave.

Nayeon pareció pensar sus palabras antes de responder con una voz suave.

—Tiene mucha fiebre... Y... —se volteó a mirar a Jungkook que respiraba con dificultad mientras se removía sobre las mantas— ¿Hace cuanto no comes bien, Jungkook-ah? —preguntó con calma y moderadamente para que el chico que se movía en la cama pueda entenderla.

—Y-yo... Olvidaba, olvidaba comer por la emoción y-y preocupación por entrar a la secundaria y ¡Ah! —arqueó su espalda mientras lágrimas de dolor rebasaban sus grandes ojos. Jimin se acercó para posicionarse a un lado y acariciar sus mechones totalmente inquieto por ver al chico así, su corazón presionó porque temía que lo que tenía no tuviera solución y la presencia del muchacho ya no esté.

Nayeon tomó la mano del menor para mirarlo a los ojos con sus cejas un poco fruncidas por aquella información.

—¿Cómo te has alimentado estos días? Desde que comenzó todo esto —Jungkook soltó un mascullido de dolor apretando con fuerza la mano de la femenina, apenas teniendo fuerzas para  observar a la mujer, tenía demasiado calor.