Los gemelos Yugi no tienen una vida fácil, entre dramas familiares y escolares parece ser que estos dos castaños son auténticos imanes para los problemas y los desastres. Hasta ahora han podido sobrevivir dieciséis largos años prácticamente por su c...
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-"Tsukasa, te juro que como lleguemos tarde por tu culpa cogeré todos tus libros y los quemaré en una hoguera."
Dijo el mayor de los hermanos Yugi a los pies de la escalera que daba a la planta superior de su casa. Llevaba un rato listo esperando a su hermano gemelo, menor por dos minutos, y estaba cansado de pedirle "educadamente" que se dignara a bajar para irse de inmediato a la academia donde ambos estudiaban. Hoy era un día importante para el mayor, irían de excursión al mayor museo científico de Japón en la capital y no podía esperar para perderse entre sus pasillos y aprender algunas cosas nuevas en sus materias favoritas.
-"¡No seas malo Amaneeee!- Se escuchó el grito infantil y molesto de su hermano acompañado de sus pasos ligeros sobre la madera- ¡Es temprano todavía y quiero acabar de leer la historia de Ryūjin, está en la parte que...!"
-"¡No me importa Tsukasa!-Espetó Amane cansado desde buena mañana de la fascinación por las leyendas y las fantasías de su hermano menor.-¡Mete el libro en la mochila y vámonos Akane-Kun y Kou deben de estar esperándonos! ¡Y no quiero...!"
-"¡LLEGAR TARDE! ¡LO SÉ!- El menor metió su libro sobre leyendas japonesas dentro de la mochila que le colgaba del hombro y finalmente bajó las escaleras, pero pasó de largo a su hermano murmurando contra él y su mal genio matutino- De verdad, Amane, ya podrías ser un poco más amable de vez en cuando."
El aludido decidió hacer odios sordos y se sentó en el escalón de la entrada junto a su gemelo para calzarse los zapatos. Mientras lo hacían llevaban a cabo un repaso de la lista de tareas que debían tener organizadas.
-"¿Has metido tu almuerzo en la bolsa?"
-"Si...Has cargado tu teléfono ¿Verdad?"
-"Por supuesto, ¿Has hecho tu cama? "
-"Si mamá...- Anunció con un tono condescendiente el menor mientras se ponía de pie de un salto- ¿Y que me dices de la cocina? No quiero tener que limpiarla para hacer la cena cuando volvamos.
-"Está lista para que hagas lo que quieras en ella.- El mayor también se puso en pie y tomó las mochilas de ambos del suelo. Le extendió la suya a su hermano que la tomo entre sus manos, pero antes de soltársela le miró directamente a los ojos con seriedad- Una última cosa, ni se te ocurra separarte de mi ¿Me oyes?"
-"Oww sabía que muy en el fondo te preocupabas por mi hermanito...-Estiró con fuerza el objeto para deshacerse de las manos del "primogénito" de la casa. Estaba cansado de sus normas y de sus estúpidas amenazas veladas, pero siempre le divertía jugar a hacerse el tonto frente a él cuando hacía o decía cosas como aquella y ver como se le fruncía el ceño y aquella vena se hinchaba de forma sutil en su sien- yo también te quiero mucho."
-"No es por eso, cada vez que te pierdo de vista en una excursión o en cualquier parte todo se convierte en un caos y me gustaría una salida tranquila para variar."
