❝La mordida cambia toda tu vida❞
Ashley Valerian era una chica común y corriente apasionada con los deportes, pues sus mejores amigos Scott y Stiles la han involucrado en ello, pero la noche en la que fueron en la búsqueda de un cadáver, todo cambia...
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— ¿A que te refieres con que Derek no nos mordió? — preguntó Ashley a Scott que estaba en la línea telefónica en voz baja ya que su madre dormía y no quería despertarla
— Así es — respondió Scott — Derek me explicó que existe alguien que es el Alfa, el es el que nos mordió además fue el que atacó al chofer pero sobre todo nos quiere a nosotros
— ¿Por qué? — pregunto aun mas confundida por la situación
— Porque somos sus betas, parte de su manada — eso preocupaba a la chica, esa criatura con tal de obtener lo que quiere seria capaz de todos y detenerlo no seria fácil
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Después de la llamada, ella finalmente se durmió pero algo no estaba bien se movía de un lado a otro estando incomoda por hasta que escucho un disparo pero no le hizo caso después escucho un aullido eso la despertó completamente, levantándose rápidamente de su cama es como si la estuviera llamando
— ¿Sera mi imaginación? — sabia que era riesgoso ir pero no tenia opción, tomo la primera prenda que encontró — Volveré lo mas pronto posible, Balto — abrió la ventana de su cuarto y salió por esta, sus ojos se tornaron amarillos lo que le permitió ubicar mas rápido al alfa, corrió lo mas rápido que pudo por las calles de la ciudad hasta llegar a un callejón donde había dos personas hablando uno de ellos, el padre de Allison.
— Chris, hay dos de ellos —halo la mujer mirando al Sr. Argent
— ¿El alfa? — pregunto el Sr. Argent
— No lo se pero uno de ellos intento matarme — se quejo la mujer
— Y uno de ellos nos llevara con el otro, no podrá hacerlo si esta muerto — dijo el padre de Allison
— No puedo evitar matar a uno de ellos si me ataca primero
— ¿Cuánto tardara?
— Le doy 48 horas, si acaso — hablo y después se fueron ambos adultos
Ashley quedo preocupada a quien le daban 48 horas, no tuvo mas opción que irse a casa para poder dormir o al menos intentarlo.
