'Especial'

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Dos semanas después

Estaba soleado. Y los rayos del sol convertían el dormitorio en uno radiante con tonos anaranjados a pesar de todo el azúl de la habitación. Dos personas traviesas al parecer estaban jugando desde temprano. Pues las felices carcajadas de los casados resonaban en la habitación. Subiendo la cama, se notaba bajo las sabanas cómo los pies de ambos se restregaban de arriba a abajo sobre el matre de la cama.

—Vamos~.— Jugaba Mew estando encima de su cuerpo. Con u parte baja cubierta por la sábana azúl.

—No~.— Gulf reía abajo de él luchando por no recibir más de aquello besos cosquillosos en su cuello (lado izquierdo). Tratando de quitárselo de encima con vagos empujones. A lo que el psicópata ríe y retrocede su rostro para mirarlo a la cara.

—Quiero conocer a tus padres. Quiero que conozcan al nuevo yo. ¿O acaso te avergüenzo?

Shh. No digas eso. Jamás me avergonzaría de ti.— Le susurra el moreno con seriedad. Plasmando su dedo acusador contra los labios del contrario. Los labios de este se sellan en una línea mesurada.  —No vuelvas a decir algo tan cruel.— Agrega un regaño a sus palabras con el ceño fruncido. Al parecer se sintió muy ofendido.

—Lo siento. No quería hacerte sentir..., mal.— Añade el contrario. Tomando aquella mano para bajar el dedo de su boca y sostenerla contra su abdomen. Acariciando sus nudillos con su pulgar. —En serio. No volveré a decir cosas así porque mi esposo está:— Mew hace un puchero abultando su labio inferior del superior. —triste, triste. ¡Triste!

El chico dice. Regando besos por el cuello desnudo del contrario. Esos besos electrificantes vuelven a provocar risas en el moreno.

—¡Mew~!— Gulf ríe abrazándose a su espalda con ambos brazos.

—Triste, triste, mgmh~.— Lo último viene de un exagerado sonido de beso que el psicópata crea antes de retroceder sus rostros porque siente que el empujón reciente sí fue fuerte.

—Tú ganas. Conocerás a mis padres. De nuevo.— Concede el deseo el moreno. Mew sonríe en grande.

—Mm. Entonces mis técnicas sirvieron de algo.— Mew dice sentándose en su regazo con sus flequillos algo alborotados contra su ojitos. Se muerde el labio inferior en una tierna sonrisa en un guiño.

—Los conocerás... Pero quiero que me hagas el amor como anoche: suave y lento.

Gulf le pide en una sonrisa. Sentándose también para quedar a su nivel. Mirándolo todo sensual con una sonrisa mientras desliza sus las yemas de sus dedos por los bordes del mentón contrario. Sus rodillas están cerca, pero al el pelinegro estar sentado en su regazo, sus piernas están un poco mas abajo de las rodillas del moreno.

—Suave y lento...— Coquetea el pelinegro, tocándole las mejillas. —tú ganas. Te lo daré. Dado a que me he salido mucho con la mía.

Ambos ríen. —Te he mimado mucho al parecer.— Coquetea el moreno meneando sus hombros de arriba a abajo con sensualidad mordiéndose una sonrisa con sus oscuros ojos café enfocados en la boca apetitosa del contrario.

—¿Quién ha mimado a quién?— Coquetea el pelinegro ahora volviéndolo a acostar mientras ríen. Entre risas se aprovecha el pelinegro, para, acatar besos húmedos por el cuello de este. Con una de sus fornidas y muy marcadas manos forradas en venas sensuales, abrió las blandas piernas del moreno. Juguetonamente abriendo paso al bajar por el muslo derecho.

La boca del acostado se abre en grande cuando "mágicamente" dos dedos de aquella mano desaparecieron entre sus piernas.

—¡Ah!— Gime el moreno alzando su pecho. Tirando su cabeza hacia atrás con los ojos cerrados. Los finos dedos del moreno se contrayeron en los hombros del psicópata. —Dios...

𝙇𝙖 𝘾𝙖𝙨𝙖 𝙀𝙦𝙪𝙞𝙫𝙤𝙘𝙖𝙙𝙖 | MewGulfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora