𝙇𝙖 𝘾𝙖𝙨𝙖 𝙀𝙦𝙪𝙞𝙫𝙤𝙘𝙖𝙙𝙖 | MewGulf

'10'

Gulf se le queda viendo ante la pregunta. Ambos permanecen viéndose. El moreno lo confronta por completo con todo su cuerpo. Dirigiendo este hacia él. Destensando sus hombros. Sus ojos entrecerrados además de por la lluvia de la ducha, por relajación. Se acerca a él para besarlo a los labios. Mew le devuelve un suave beso. Gulf lo rodea de los hombros con sus brazos empujándolo totalmente contra su cuerpo. Los pezones de ambos rozan en un frote suave. El jabón en el pecho del moreno frotándose en el pecho del otro. Con la lluvia de la ducha el jabón baja entre los pechos del uno al otro.

Sus pieles brillando en el agua.

-Mmgh...- Mew gime en conformidad con los avances del beso. Desliza sus manos a los glúteos resbaladizos del moreno para tomarlos. Agarrando fuertemente ahí y soltándolo para sentir el fácil rebote de este.

Gulf retrocede su rostro para mirar tímidamente al suelo y volverlo a mirar a él.

-Qué pasa. ¿Te incomoda mi toque?- Mew pregunta.

El moreno niega con la cabeza en una sonrisa que aún se ve triste. -No. Es sólo que eres muy directo. No he hecho esto en un largo tiempo.- Él bufa una pequeña risa en su sonrisa.

-Lo siento si voy muy deprisa.- Mew acaricia sus flequillos mojados. Apartando estos de los ojos del moreno con mucho cuidado en su toque. El moreno parpadea varias veces en su sitio. Observando a su ex-esposo tratando de ser delicado con él. Lo observa con tristeza y seriedad a la vez. Una combinación que hacen un rostro tan sumiso pero tan vulnerable.

Gulf acorta el espacio entre ellos nuevamente. Se acerca al rostro del pelinegro para besarlo. Se vuelven a sumergir en otro beso que los lleva a inclinar sus cabezas hacia enfrente severas veces o hacia atrás conforme progresan. El pelinegro voltea al moreno contra la pared transparente de la bañera con toda la espuma caliente que esta creó empañándola. Gulf se sostiene de la pared con ambas manos pegadas ahí. Todo su cuerpo se marca ahí y Mew es quién sigue los besos en su cuello. En el lado izquierdo.

De todos modos, no lo hicieron en la bañera.

Fueron a la cama de la habitación. Mew empujó a Gulf a que quedase acostado ahí y el moreno vio al pelinegro gatear encima de su cuerpo hasta que sus rostros quedaron frente al uno al otro. Mew ni tiempo quiso perder en mirar la habitación. Sólo estaba enfocado en el moreno quién lo miraba desde abajo con muchos nervios. El pelinegro le acaricia su cachete izquierdo.

-¿Con quién crees estar ahora mismo? ¿Conmigo o el yo anterior?- Mew le pregunta en un susurro. Ambos están desnudos con sólo la luz de la una iluminando sus rostros a través de una ventana.

Los ojos del moreno miran los del pelinegro con detenimiento. Él lleva una mano al cachete derecho de su ex-esposo. El rostro del pelinegro se ve bastante sumiso incluso si él está arriba. Como si el toque del moreno tuviera ese efecto.

-Estoy...- Gulf iba diciendo. Se detuvo porque no quería dejar ir a su esposo. Aún se negaba a dejarlo ir. Su amable esposo de una vez. Ese que se preocupaba por él todos los días, ese que chupaba una paleta si quería ser cuidado por su esposo, ese que sonreía sin problema alguno. Ese que lo amaba con todo su ser. Ya era hora de dejarlo ir. Se había ido. Tal vez no iba a regresar. -contigo.- Suelta el moreno.

Mew se le queda viendo a los ojos. Algo inseguro. Pero lo besa a los labios. Se besan una y otra vez. Esta vez, Gulf se agarra a sus hombros con ambas manos. Mezclan sus lenguas. Abriendo un poco más sus bocas. Ladeando sus cabezas a lados opuestos del uno al otro para colisionar sus cálidos alientos con pequeños gemidos antes de cerrar sus bocas.

El pelinegro lleva una mano entre ambas partes intimas para colocarse en él. Él entra de a poco. Gulf echa su cabeza hacia atrás con un gruñido.