Capítulo XXI. Sed de Sangre

1.1K 56 7
                                    

La ciudad de Seattle, la escena de los crímines más sonados en EE.UU, el de Gary Ridgeway mejor conocido como el asesino de Green River, que tuvo cerca de 48 víctimas prostitutas en su gran mayoría. Se dice que este es lugar favorito de aquellas mentes perturbadas, ya que casi siempre el clima es frío y sombrío. Ted Bundy también plasmó su terror aquí y Robert Lee Yates hizo de Seattle la ciudad favorita de muchas leyendas urbanas.
Tanto el grupo de agentes como de criminales regresaban a dicha ciudad. Algunas denotaban preocupación, mientras que otras estaban con sentimientos encontrados, en especial Yoona que fruncía el ceño y leía documentos.
-¿Qué es lo que lees? -preguntó Jiyeon mientras bebía un sorbo de la taza de café.
-Los expedientes de todas nosotras.
-Al parecer Diamante aprovechó la jugada del General -acotó Sulli.
-No necesitas recalcarlo. Ese maldito me las va a pagar.
-Es el padre de la mujer que amas.
-Me importa un carajo si es padre de Seohyun -dijo Yoona bastante ofuscada.
-Agente Im, será mejor que se calme, él quiere que se desespere y eso no nos conviene -dijo Sulli.
-¿A quién no le conviene? ¿A ti? ¿O a Diamante?
-A todos -dijo Krystal que se sentaba al lado de Sulli.
-Krystal... -musitó Sulli mientras desviaba la mirada.
-Sulli yo...
-No... no... -dijo Yoona dejando los documentos- , esto me parece una desubicación de parte de ustedes. No es el momento para que recreen una escena lésbica tipo Lost and Delirious o The L Word en sus últimos episodios , estamos hablando de Diamante ahora y será mejor que se centren en ello.
-Lo siento Yoona -dijo Krystal-. Antes de intercambiar información, tengo una pregunta que hacerte.
-¿Cuál es?
-¿Por qué las elegiste a todas ellas?
Yoona miró a Krystal y sonrió un poco -Ah... eso lo que sucedió fue que...

Mientras tanto en una habitación especial que había dentro del avión se encontraba Sooyoung sentada mirando a la nada. Escuchó el sonido de una silla desplazándose detrás de ella, volteó lentamente y vio a Yuri sentada, frente a ella.
-¿Cómo te sientes?
-Bien supongo... no sé -respondió.
-¿Quieres hablar de lo que pasó?
-¿De qué sirve? Nada cambiará.
-Sirve para poder saber qué sientes.
-¿A quién le importo? Yo no significo nada.
-Hay alguien que no puede hablar ahora, pero sabes que le importas.
-La he lastimado de la forma más vil.
-No creo, ¿Qué denotó la crisis?
-Eso no importa ahora, lo único es que Diamante vendrá por cada una de nosotras.
-¿Cómo sabes eso?
-Ellos me lo dicen.
-¿Quién ellos?
-Las voces, hay muchas aquí -respondió tocándose la cabeza.
-¿Y que te dicen?
-Que debo obedecer a Diamante, por el bien de todos. Es un enviado de Dios.
-¿Tú hablas con Diamante?
-¡Shhh! Sí... pero es un secreto, puede matarme...
Yuri frunció el ceño. Aún no podía determinar si era un delirio producto de la crisis o puede haber un tanto de veracidad en todo.
-¿Diamante te mandó a atacar a Sunny y a Hyomin?
-Noo... Sunny no quería escucharme... ella me echó la culpa de la muerte de su familia. Yo no los maté, lo juro... ¡Debes creerme! ¡Debes creerme!
-Te creo, entonces ¿Qué paso después?
-Tuve que golpearle en la cabeza para que se callara, entonces escuché un grito. No vi quien era, quiso matarme, yo solo me defendí, después todo se quedó en silencio. -la psicóloga sabía que algo no estaba del todo claro, así que por el momento asumiría que era parte de su delirio- ¿Por qué...? -murmuró Sooyoung esto último.
-¿Por qué que?
-¿Por qué Yoona nos escogió a nosotras?
-Porque ustedes son iguales que ella.
-¿Qué?
-Sí. Yoona durante una semana leyó la vida de cada una de las reclusas de los condados cercanos; de los más de diez mil expedientes, solo las escogió a ustedes, porque son únicas, a pesar de que sus habilidades sean para fomentar daño a la humanidad.
-Yoona no come carne como yo, ¿Qué me hace igual a ella?
-Tu canibalismo solo es parte del conjunto del trastorno mixto que padeces, pero Sooyoung no eres igual que tu padre -ante este comentario los ojos de la enfermera se agrandaron; Yuri sabía que había tocado cierta yaga, que ardía como en carne viva.
-Él escuchaba las mismas voces, y comía carne humana para no morir.
-Richard Choi: Asesino serial de nueve niñas; llevaba los huesos hasta la casa de sus víctimas con una nota representativa «Gracias por la cena». Antes de ser juzgado se suicidó con un cóctel de antidepresivos.
-¿Cómo sabes todo eso?
-Yo fui parte del grupo que lo atrapó.
-¿Qué?
-El fin de lo que te acabo de decir, es para que sepas algo: Todos los asesinos seriales son psicópatas pero no todos los psicópatas somos asesinos seriales.
-¿Somos?
Yuri se puso de pie y caminó hasta la puerta -Así es. Algunos psicópatas nos convertimos en agentes o en psicólogos para atraparlos.
Con esto la psicóloga dejó a Sooyoung mas perturbada de lo que ya estaba, pero con la certeza de que todas en ese avión eran iguales a ella.

Criminal Minds [HIATUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora