41.

2 0 0
                                    

Nos conocimos hace seis años,
Y aún no comprendo ni una cuarta parte de lo que eres.
Nos conocimos cuando me hallaba frágil y vulnerable,
Decidiste habitarme pero jamás marcaste una fecha de partida.

Me has hecho sentirme insignificante y sobrevalorado mi propio caos.
Me has hecho encontrarme al borde de mi cama llorando,
Por lo que era o sería en unos años.
Me hiciste perderme de mi misma.
Sentí la soledad abrazada a mi cuello,
Torturandome cada mañana y cada noche.
Y aún así,
Me has encontrado escribiendo mil poemas combinados intentando describirte.

Ya no me quedan fuerzas suficientes para odiarte,
No quiero dejarte estar.
Suelo mirar el techo en las madrugadas,
Intentando quizás recordar como llegue a estar mal.

Ya no sé con qué más podrías torturarme,
Siempre vas a encontrar la manera.
La diferencia es que ya no me siento débil;
Voy a ceder por momentos,
No lo niego.
Pero siempre me encontrarás respirando,
Solo necesito dejarme caer a veces,
Para recordar que el peso de esta vida es demasiado grande para estar erguida.

Estoy intentando superarme,
Transformando mi versión triste en algo bueno,
Quizás aquello te asuste más que a mí.
No tengo fecha de llegada,
Y tu no tienes fecha de partida;
Pero sé que algún día veré la herida sanar,
Encontraré mi lugar lleno de paz,
Lejos de toda esta inestabilidad.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 29, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Versos EncadenadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora