Donde el sol se escondía,
Y donde la luna salía,
Ella,
Esperaba ansiosa.
Observando las pequeñas y brillantes estrellas.
Esperando el momento justo,
Para adentrarse al eterno mundo,
De la poesía.
Convirtiendo un papel blanco,
En un mundo mágico.
Ella,
Se estaba rompiendo,
Todo se desmoronaba;
Las pequeñas estrellas ya no brillaban.
Ella,
Se alejaba de la poesía,
Mientras los trozos de su mundo,
Caían y la aplastaban.
Ella,
A oscuras bajo la sombra,
De las estrellas apagadas.
Ella,
Podía esquivar los trozos de su mundo que caían,
Solo cuando,
Estuviera rodeada de pequeñas y brillantes estrellas.