Salió el sol por sus ojos,
En sus pequeños ojos musicales.
Hundí besos,
En su frente,
Su cuello,
Y en sus hombros.
Fui al cielo primero,
El hermoso cielo donde empieza su boca,
Besé sus labios;
Y en silencio,
Dormí en las nubes de sus pechos.
Llene el cielo de pequeñas y brillantes luciérnagas...
No quise que la noche entristeciera.