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Un pequeño chico castañito y un alto rubio caminaban tomados de la mano, ambos disfrutaban de su recorrido por el centro comercial que se había vuelto un lugar bastante cotidiano en sus vidas

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Un pequeño chico castañito y un alto rubio caminaban tomados de la mano, ambos disfrutaban de su recorrido por el centro comercial que se había vuelto un lugar bastante cotidiano en sus vidas.

Ellos sabían que habían miradas desaprobatorias, sí, aunque a ellos poco les importaban las opiniones ajenas porque se amaban y un par de miradas tontas no iban a lograr que su amor se acabe de noche a la mañana.
Para otras personas (quienes ya los ubicaban) era gracioso verlos caminar por ahí, con sus estaturas tan distintas, y como era que parecía que Jaemin estaba paseando a su hermano menor y no como si estuviese paseando con su novio. La manera en que el codo de Renjun se flexionaba para poder alcanzar la mano de Jaemin era algo gracioso y adorable ante los ojos de aquellos espectadores.

En un inicio su relación estuvo llena de malas vibras y malos comentarios por parte de los demás, después de todo vivían en uno de los países más homofóbicos y conservadores, pero una vez que decidieron ignorar lo malo y solo enfocarse en lo bueno toda su relación cambió para mejor.
Ellos supieron sobrellevar su relación y hacer de los oídos sordos ante los terribles comentarios que adultos soltaban sin pensar.

Y ahora la parejita de oro (como los habían llamado sus amigos en común) caminaba felizmente en dirección a la tienda de música donde trabajaba el mayor de la relación desde hacía poco tiempo, y con poco tiempo se refería a dos semanas. Después de dejar a Jaemin, Renjun se empeñaría en buscar algún empleo de medio tiempo para distraerse un poco… y obtener algo de ingreso extra para la universidad que cada vez estaba más cerca.

— El sábado es la cita doble con Dejun y Yangyang, ¿verdad?— la pregunta de Jaemin hizo a Renjun caer en cuenta que era cierto.

Desde que Dejun y él habían hecho las pases se habían vuelto buenos amigos y le entusiasmaba la idea de conocer al taiwanés que traía vuelto loco al castaño.

— Cierto, ¿saliendo de tu turno me acompañas a comprar ropa?— Jaemin sonrió en grande ante la pregunta del menor y asintió. A Jaemin le entretenía mucho ver a Renjun correr de un lado a otro cuando algo le gustaba más que la prenda anterior.

— Aunque a mi me encanta como se te ven esos overoles— se colocó frente al menor deteniendo el tráfico de personas inexistentes y colocó sus manos en los tirantes del overol de mezclilla llenos de bordados de girasoles y arcoiris.

— Pero para una cita no— renegó el más bajito abrazando la cintura del rubio y apoyando su cabeza en su pecho, pudiendo percibir los rápidos latidos del corazón del contrario.

— ¿Escuchas eso? No hay vez en la que no se acelere mi corazón cuando tú me abrazas o tomas mi mano, mi cuerpo siempre va reaccionar ante tu tacto— conforme explicaba sus emociones se agachaba más y más hasta quedar cara a cara con el menor—. Cada día me tienes más enamorado, Huang Renjun— dejó una suave presión sobre los labios del extranjero y volvió a su postura original.

short ; renmin ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora