16.10.2020
Louis se despertaba pronto por la mañana y estaban hasta la noche muy tarde. Pero lo peor de todo, que siempre acababa discutiendo con Harry. Además ahora se ha empeñado en mover el sofá.
- No, Lou, el sofá dijimos que va en este lado.
- Pero, Dios... - suspira el chico después de haber movido el sofá mil veces - ¿Qué coño importará donde va el puto sofá?
- ¡Hey, conmigo te relajas, que yo no te he hecho nada!
Ya era el tercer fin de semana de la mudanza y la actitud de Louis hacia Harry iba cada vez peor, lo que empezaba a cansar al chico de los rizos.
Louis vuelve a suspirar tratando de calmarse y mueve de nuevo el sofá.
- ¿Aquí bien?
Harry lo mira por un instante pensativo.
- Eeem... No, mejor donde antes.
- JODER, HARRY. ACLÁRATE DONDE COJONES QUIERES QUE VAYAN LAS COSAS Y LUEGO ME DICES
- ¡QUE NO ME GRITES!
- Hey, hey, chicos - entra Anne en la casa con Daisy y Phoebe dejando la caja en el suelo -, haya paz... ¿Qué ocurre?
- Nada, mamá - contesta Harry seco mirando a otro lado.
Anne se les queda mirando. Se gira, coge de nuevo la caja y sube con las chicas.
Louis y Harry se quedan un rato en silencio. Cada uno en un lado del sofá. No cruzan miradas. Entonces, Louis, al ver que ninguno va a decir nada, se mueve y camina hasta el jardín para tranquilizarse.
A los pocos segundos Harry también sale al jardín y se apoya en la barandilla del porche junto a su chico, perdiendo su mirada en la hierba que tienen enfrente.
Ninguno dice nada pero Harry ve de reojo como su chico se seca las lágrimas. Odia verlo así. Entonces se incorpora y posa una mano en su espalda. El chico de ojos azules también se incorpora al sentir el contacto y enseguida rodea el cuerpo de Harry con sus brazos. Entierra su rostro en su pecho dejando que las lágrimas se deslicen por sus mejillas.
- Perdón, yo... no quería gritarte - susurra el chico entre pequeños sollozos -. Lo siento, Hazz.
Harry lo separa para mirarlo con una sonrisa. Posa su mano derecha en su mejilla y seca las lágrimas con el pulgar. Ya puede mover el otro brazo pero aún le duele un poco. Louis sonríe levemente.
- Estas cansado - susurra dándole un beso en la frente - y es tarde. Deberías ir a la cama.
- Pero... Si aún no hemos cenado.
- Tú ve a la cama, ¿vale? Yo te llevo la cena cuando esté lista.
Como era de suponer, a la media hora cuando Harry subió con la sopa que había preparado, Louis ya estaba dormido.
17.10.2020
Harry se despierta al sentir que alguien entra en la habitación. Levanta un poco la cabeza y ve la puerta abierta pero no ve a nadie. Hasta que una pequeña cabeza con el pelo rubio se asoma por los pies de la cama.
El niño se da cuenta que lo mira y este le hace señas para que no hablé ni grite para no despertar a su padre. Freddie asiente con una sonrisa mientras gatea hasta Harry.
- Buenos días, campeón - susurra.
- Buenos días, tío Harry - y se inclina para darle un beso.