IV 26:54

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Telepáticamente le susurré que despertará. Y poco a poco se fue incorporando.

-Nos dormimos- dijo mientras se estiraba.

-Te daré un puñetazo en la cara cada qué digas lo obvio- sonreí.

-Mejor un beso-.

-Calla o te patearé el trasero-le sonreí y se acercó más a mi.

-Creo que dejaré que lo hagas- me tomó de la cintura.

-Mase, ¿Sabes porqué somos tan compatibles?-le pregunté mirándolo a los ojos.

-Porque somos almas gemelas- sonrió.

Reí y el también.

-Porque somos iguales, piénsalo a los dos nos gustaría irnos de aquí, los dos tenemos padres que nos sofocan todas las noches para que seamos importantes, nos necesitamos el uno al otro para sobrevivir-

-Todos necesitamos de todo para sobrevivir, pero tu, tu me haces sentir que no necesito nada más, que solo con estar junto a ti, puedo vivir y se que crees lo mismo- suspiró- Será mejor que nos vayamos de aquí, tengo ganas de caminar, la teletransportación en exceso me da dolor en el cerebro- se puso su chaqueta y salimos.

Hacía frío, mucho frío, pero no me importó. Dos de los tres soles se verían a lo lejos, grandes y radiantes emanando la poca luz que nos mantenía vivos. Apenas eran las 26:00 hrs cuando el sol se metió, quedando a oscuras. Las lampara lámparas de la calle se encendieron inmediato y justo al llegar a mi casa, a las 26:54 el tercer sol hizo su deslumbrante aparición en el norte.

-Nos vemos luego Dara- Mason me abrazo y se regreso caminando.

-Si, luego- cerré la compuerta.

A millones de años.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora