VII Utopía Y Dan

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-Vamos a casa- le dije.

Nos tomamos de la mano mientras acudíamos a la Transplana más cercana y seleccionamos por nuestra cuenta las direcciones.

-Adiós- le dije justo cuando la Transplana nos convierte en miles de partículas que serán armadas en casa.

Un nirvo. Quería nuestros cerebros, nuestros conocimientos. ¿Y para qué? Nunca lo sabremos, o esperamos nunca saberlo.

La Transplana me lleva directamente a mi piso y me desnudo para descansar.  Me hundo lentamente en el precipicio donde duermo hasta que mi mente capta las señales de la telepatía.

«¿Dara?»-pregunta alguien, es Dan.

«¡Dan!» Le grito mentalmente.

«No grites, escucha, no tengo mucho tiempo»

«¿De qué hablas?»

«Escúchame, memoriza esto, 351 oriente 688 utopía, ¿Lo tienes?»

«Si si, ¿Utopía? ¿Que me acabas de decir?»

«Búscame aquí, ven con Mason, no digas nada a nadie»

«¿Ya?»

«Si, es urgente. Acabo de descubrir lo que mató a Cherif»

Y la conexión se perdió.

Cherif. El líder de los presidentes de Corellia, murió hace unos doscientos años, se dice que descubrió algo, algo que cambiaría la perspectiva de todo lo que conocemos del universo. Aseguró que lo diría y comenzaría a trabajar un plan para su descubrimiento. Pero murió misteriosamente.

«Mason» espero a que capte la señal.

«Humun» dice él.

«Mase, Dan acaba de hablarme, está muy cerca de Utopía, dice que acaba de descubrir la razón por la que Cherif fue asesinado»

«¿Utopía? Dara, no podemos»

«Vamos,  es mi hermano, me dijo que no tiene mucho tiempo»

«Bien, tendré que avisarles a mis padres»

«¡No! Me dijo que no le contáramos a nadie, si se enteran que pensamos ir Utopía nos castigarán. Te veo aquí, no tardes»

«No tardo.»

Utopía. Sé que podemos meternos en problemas si vamos ahí, incluso podemos morir. Las olas alcanzan los cien metros en los desniveles. Corellia está dividido exactamente a la mitad, verticalmente, nuestra mitad se conoce como Etiopía, donde hay suelo firme y nos distribuimos en Uniones, la mía es Tauret. En Utopía no hay nada más que agua, agua gris; igual que el cielo. Frecuentemente hay desniveles, las olas no pueden arrasar con nada, porque está totalmente abandonado. Hay una gran cerca que divide nuestro mundo, la pusieron los presidentes. Se dice que en las aguas hay algo más, algo vivo y por eso prohibieron el paso. ¿Qué hace Dan allá?

-Hey-dice Mason apareciendo por la Transplana- ¿Estás segura?

-No, hay algo que no me convence.

-¿Qué hace Dan allá?

-Lo mismo me pregunto, cree que sabe la verdad sobre Cherif.

-Dara, si alguien nos ve por alla, nos van a matar.

-No-le digo- Vamos, buscamos a Dan, regresamos y nos explica.

-Más vale que sea rápido- dice poniéndose sobre la Transplana.

-Asi será.

Selecciono los botones correctos. En un abrir y cerrar de ojos ya estamos frente a los negros troncos del bosque donde termina Etiopía.

-Ahora-dice Mason susurrando- No hagas ruido. Parece que no hay nadie, no capto ninguna mente.

Él avanza con cautela entre los grandes árboles negros de hojas grises, a lo lejos se puede distinguir la cerca y solo si enfocas bien la vista alcanzas a distinguir las olas.

«Dan» trato de llamarlo.

Mason sigue caminando delante mío, ambos trajimos nuestras chaquetas negras y grandes, el cielo aquí luce más gris y hay más viento.

«Dan» intento de nuevo.

«Dara» me responde.

«¿Dónde estas?»

Lo busco con la mirada en todas las direcciones, el viento mueve mi cabello despiadado.

-Dara, aquí no está- dice Mason en el tono más bajo qué puede.

«¿Dónde estás?» Le repito.

«Acérquense a la caseta que vigila, en la reja, la ubicación que te di».

351 oriente 688 utopía, recuerdo.

-Mason sigueme-le digo moviéndome entre los espesos árboles.

A distancia puedo distinguir la caseta que Dan dijo. Ambos apresuramos el paso, sin hacer mucho ruido.

A lo lejos una ola de casi 30 metros se alza y desaparece de nuestra vista.

Llegamos.

«Dan» le llamo.

La compuerta de la enorme caseta-laboratorio se abre y un chico delgado, demacrado, con muchas ojeras bajo los ojos azules nos recibe.

-¡Dan! ¿Qué te pasó?-le digo rodeándolo con los brazos.

-Larga historia y no hay tiempo, pronto habrá aquí una reunión de los Presidentes, apresuremonos.

Entramos y la compuerta se cierra tras nosotros, un pasillo con muchas puertas nos recibe y Dan camina cómo si conociera el lugar de memoria.

-¿Qué buscamos exactamente?-pregunta Mason viendo todo el lugar.

-Aquí es- habla Dan ignorando su pregunta- Mason, tú dices que escuchaste a alguien hablar sobre las misiones al S.S, ¿No es así?

Mason me mira y luego asiente.

-Pues aquí está la prueba- abre la puerta con una trajera.

Yo y Mason miramos el interior, ambos estamos inmóviles, Dan entra y nosotros seguimos plantados ahí, sin poder creer lo que alza frente a nosotros.

-¿Sorprendente no?- dice Dan.

A millones de años.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora