Te vi
Y supe lo que necesitaba
Tuve que ser muy, muy sutil
Y cuando finalmente ataqué
Se sentía mal, pero está bien
Limpiaría mi desorden
Pero prefiero hacer el lío
¿No sabes que soy loca?
No puedes culparme
La conocí, la conseguí
Me aseguro de que...
-¡Algo le sucedió a mi hijo! ¡El venía a visitarme pero nunca llegó!-gritó la madre de Luhan
-Señora contrólese, los jóvenes suelen irse..y desaparecer después regresan.-dijo el oficial
-Conozco a mi hijo oficial ¡El me dijo que vendría! ¡Lo llamé muchas veces pero no contesta!-gritó preocupada
-Señora..por favor contrólese.-dijo el oficial intentando calmarla mientras la mujer lo insultaba y forcejeaba
-¡Algo le pasó a mi hijo! ¡Estoy segura!-gritó la mujer dejando caer las lagrimas.
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Lisa despertaba lentamente de un largo sueño, todavía no sentía completamente su cuerpo y eso la desesperaba.
Miró a todos lados arreglando su vista y notó que estaba acostada en una habitación muy elegante, la cama era gigante, todo tenía tonos blancos y cafés.
Lisa intentó bajar de la cama pero no podía moverse, la inyección apenas estaba bajando el efecto.
Lisa notó a la mujer sentada al frente de ella, Jennie estaba sentada en un sillón con las piernas cruzadas mientras tomaba un café.
-¡Oye!-gritó Lisa llamando su atención, Jennie le dio un pequeño sorbo a su café y alzó su vista
-El efecto se irá en unos cuantos minutos, no te preocupes.-dijo
-¡¿Por qué haces esto?! ¡¿Quién eres?!-gritó Lisa con el ceño fruncido
Jennie sonrió y dejó su café en una pequeña mesa, esta se levantó y caminó hacia Lisa con esa elegancia que la caracterizaba.
-¿Quieres que te explique por qué estas aquí?-preguntó Jennie sonriente
-Dilo de una jodida vez.-escupió Lisa y Jennie soltó una carcajada
-Está bien.-dijo Jennie tomando del cabello a Lisa
-¡Ah! ¡Suéltame!-gritó Lisa adolorida
A Jennie no le importó los sollozos de Lisa, esta tomó con fuerza su cabello y la arrastró al suelo, esta abrió la puerta de la habitación y comenzó a arrastrar a Lisa hacia el sótano.
-Buenos días señorita Kim, ¿le ayudo?-preguntó David, su guardaespaldas más cercano.
-Buenos días David, tranquilo, esto es mío.-dijo Jennie con una sonrisa y David asintió sonriente
Jennie lanzó a Lisa al sótano y esta cayó al suelo totalmente inmóvil.
Ahora no podía sentir el dolor, pero cuando se fuera el efecto de la inyección todo le dolerá.
-Bienvenida a mi salón de planeación.-dijo Jennie sonriente
-¿Que?..por qué...¿porqué hay fotos de mis amigos..aquí?-preguntó Lisa viendo la pared llena de fotos
Jennie se paró al frente de la pared llena de toda la información y miró todo con una sonrisa.
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