Reconciliación

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"No hablarás en serio" dijo Nayeon tras escuchar cuál sería mi plan de vida para los siguientes años.

"Hablo muy en serio" respondí.

"¿Cómo fue que llegaste a eso?" preguntó. "La última vez que hablamos dijiste que buscarías opciones para ingresar a la universidad."

"¿Recuerdas que te fuiste de viaje?"

Nayeon asintió.

"Fue en ese momento en el que me di cuenta de que tal vez lo que quiero no es pasar unos años encerrado en salones de clase" comencé a explicar. "Lo que me gustaría hacer es ser libre, viajar por el mundo, conocer más gente y encontrar lo que soy."

"¿De pura casualidad ensayaste eso para cuando alguien te preguntara por qué decidiste eso?"

"Vete al diablo Nayeon" exclamé molesto. "Me sentí inspirado mientras hablaba y ahora siento que soné muy exagerado."

"No, no, no" repitió Nayeon. "Es solo que... no lo sé..."

"No te imaginas a tu mejor amigo con derechos viajando por todo el mundo" concluí por ella.

"No es eso" señaló. "Sé lo mucho que has soñado con viajar, pero no pensé que sería tan pronto ni por mucho tiempo."

"Aún no me iré" respondí. "Aprovecharé las vacaciones para juntar una buena cantidad de dinero y así comenzaré mi viaje."

A pesar de estar emocionado por la nueva aventura en la que me embarcaría en un par de meses, no podía dejar de pensar en las cosas que dejaría atrás: mi amistad con Nayeon, los recuerdos esparcidos por la ciudad, incluso las personas que he conocido.

"Prometo que te mandaré una carta o una postal de cada lugar en el que esté" respondí.

"¿Podremos hablar por teléfono también?" preguntó Nayeon abalanzándose hacia mí para que le diera un abrazo.

"No prometo nada, pequeña" respondí. "Tal vez recibas una llamada esporádica."

"Al menos con eso sabré que estás bien" dijo aferrándose a mí.

Podía sentir sus sollozos en el pecho, incluso podía escuchar ese llanto tenue de mi amiga.

Levanté cariñosamente su rostro y le limpié las lágrimas.

"¿No te alegra que por fin haya decidido qué hacer de mi vida?" pregunté.

"¡Claro que me alegro, tonto!" respondió Nayeon. "Solo estoy sensible porque no voy a tener a mi mejor amigo cerca."

"Por eso debes aprovecharme todo el tiempo que siga aquí" comenté con una pequeña sonrisa pícara.

"En ese caso, vayamos a un motel" dijo Nayeon con un resplandor en sus ojos.

"¿Por qué no me sorprende que lo primero en lo que pensaste fue en sexo?" pregunté riendo.

"Porque me conoces muy bien" señaló ella. 

"Hagamos algo, te veré esta noche para hacer lo que tú quieras" propuse a mi mejor amiga. "Si quieres vamos al cine, a tomar algo, lo que gustes."

"¿Qué harás ahorita?"

"Comenzaré a buscar un trabajo" respondí. "Quiero empezar cuanto antes."

"Deberías probar suerte en la zona comercial" comentó Nayeon. "Generalmente hay tiendas con letreros de contratación en cada esquina."

"Pensaba en un trabajo en alguna mafia o algo así" bromeé.

Nayeon solo me golpeó en la cabeza ante mi comentario.

Precious LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora