You Don't Like Dancing

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Extendí la mano para que Nayeon pudiera subir a la limusina y en seguida subí detrás de ella.

Nos acomodamos de tal manera que quedamos uno frente al otro; di al chofer la dirección de la casa de Chaeyoung y nos pusimos en marcha.

"Nunca pensé llegar con tanta elegancia a la graduación" comentó Nayeon.

"Yo no pensé siquiera asistir a la graduación" respondí.

"¿De verdad te la ibas a perder?"

"Por más que hubiera querido hacer eso me ibas a obligar a ir."

Y era cierto, Nayeon podía ponerme una pistola en la cabeza para obligarme a ir a la graduación si recibía un no por respuesta.

"No quería ir sola" replicó Nayeon. "Eres mi mejor amigo y quería pasar un momento tan importante como terminar la preparatoria contigo."

Nayeon se pasó a mi asiento y se sentó a mi lado.

"No imaginas lo mucho que me importas."

Lo sabía, desde siempre lo supe. Estuve con ella en los momentos más difíciles y ella estuvo conmigo cuando más lo necesitaba.

Tomé la mejilla de Nayeon y la acaricié con cariño. Los ojos de Nayeon se posaron en mí, podía ver que estaban un poco vidriosos.

"Tú también me importas, Nayeon" dije. "Te necesito en mi vida tanto como tú me necesitas."

Una lágrima rodó por la mejilla de Nayeon, la detuve con mi dedo y limpie la marca que dejó.

"Sin llorar" dije. "No quiero que se arruine tu maquillaje."

Nayeon sonrió y se limpió con el dorso de la mano.

"Siempre te preocupas por mí" comentó Nayeon.

"Es lo que hacen los amigos."

Nayeon se acercó a mí y me besó, fue un beso breve que me provocó un escalofrío y un vuelco en el corazón,

"Antes de que llegue Chae."

No pude evitar sonreír.

"Promete que no intentarás una locura en la graduación" pedí a Nayeon.

"No prometo nada" respondió ella. "Pero la locura más grande ya la intenté hace rato."

Sentí un cosquilleo en la entrepierna al escuchar a mi mejor amiga hablar sobre lo ocurrido en la bañera. Aquello fue algo que no pensé que fuera a pasar.

"¿Te gustó?" preguntó.

"Eso no se pregunta" dije.

"¿Por qué no?" preguntó Nayeon con tono pícaro.

"Porque es algo que debemos mantener en secreto."

"¿Quieres que se repita?"

Sentí cómo enrojecía de inmediato.

"N-no lo sé."

Nayeon comenzó a pasar su mano por mi pierna provocándome incontables escalofríos.

"Porque yo sí quiero" dijo.

En ese instante nos detuvimos frente a la casa de Chaeyoung.

"Salvado por la campana" dijo Nayeon.

Salí de la limusina y toqué el timbre de la casa de Chaeyoung.

La puerta se abrió y vislumbré a Chaeyoung como nunca la había visto: se había decolorado el cabello dejándolo de un tono rubio que le sentaba perfectamente. Su vestido era de color escarlata con los hombros descubiertos, pero con mangas a partir de los codos; en la cintura llevaba un cinturón negro; por último llevaba puestos unos tacones negros que la hacían llegar casi a la altura de mi frente.

Precious LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora