Me Importas... {Gay} [STEREKAU]

STEFANO

Suspiro en cuanto salgo del aeropuerto, buscando la parada de taxi. Veo un vehículo amarillo y me acerco a la única ventanilla que había abierta.

-Scusi, ¿Esto es un taxi? -digo en mi precario inglés.

-Si. ¿Adonde te llevo? -me pregunta el hombre bastante ... ¿provocativo? No se. Quizás sea así.

-Edificio Launcher, prego. -digo entrando en el taxi, con la maleta por delante.

-Marchando. -cierro la puerta y el taxi se pone en marcha. Me pongo los auriculares y me pongo musica para amenizar el viaje.

"Surrender" empieza a sonar en ese momento, mientras pasabamos por debajo del arco que sostenía la carretera que teníamos encima. América era un lugar extraño, aunque poco a poco debería ir acostumbrándome. Debía encontrar un trabajo y buscar un apartamento... Vamos, que debía empezar de cero.

Pasados unos minutos, mirando ensimismado la ventana, el taxista me toca el hombro, por lo que, asustado, ahogo un grito.

- Ma a voi chi cazzo sei?! -digo en mi lengua materna.

-¿Perdona? No te he entendido, Linguini. -menudo maleducado-.

-Que qué pasa... -digo suspirando.

-Llegamos.

En efecto, el edificio estaba delante del taxi.

- Perfetto. Quanto? -pregunto sacando la cartera.

-$160. -Dios mio, si que eran caros los taxis.

-Aquí tiene. -le entrego $200 y el toma el billete. Después, se me queda mirando y yo le miro.- ¿Y el cambio?

-¿Que cambio? -dice con una sonrisa maliciosa, enseñando sus dientes amarillentos. Seguramente de tanto fumar.

-Le he dado 200, por lo que me tiene que devolver 40. -digo lo mas calmado posible.

Finalmente, después de desperdiciar 2 horas, salí del taxi con todas mis cosas. Para que quede claro, se había quedado con el cambio... Il bastardo.

Entro en la recepción del hotel y me acerco al mostrador.

-Buongiorno. Tenia una reserva a nombre de Stefano D'Angelo. -sonrío a la amable recepcionista.

-Señor D'Angelo, le esperábamos.

Camino siguiendo a la mujer y  subimos con el ascensor hasta el piso 30. Sigo por el pasillo hasta la puerta 3075.