STEFANO 2

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Buscaba entre las camisetas que había en la tienda, tratando de encontrar alguna que me gustase especialmente. En concreto, encontré una que era perfecta. Era como un bosque, pero se extendía en toda la camiseta, en blanco y negro, con algo parecido a bruma cubriendo las ramas más altas. El sol se veía entremedias de estás, como una especie de visión celestial.

Aunque, para visión celestial, el dueño de la tienda.

Me había puesto rojo, cuando a veces le miraba y se topaba conmigo, mirándome con esos ojos de tigre. Yo apartaba la mirada rápidamente, más sonrojado que un tomate.
Encontré otra camiseta perfecta. Era de tirantes, de color blanco, con el estampado de un lago. Eran tan bonitas que me decidí a comprarlas al instante. Me acerqué al mostrador, algo nervioso.

-Éstas dos, per favore. -digo cabizbajo y en voz baja.
No es que me diese miedo (un poco, solo) pero me intimidaba. Sus ojos eran claros y profundos, y me escrutaban con detalle. Casi se podría decir que me desnudaba con la mirada.

-Muy bien... -el hombre agarra una bolsa de papel negro, con la silueta de un lobo estampada en ella, y el nombre de la tienda, "Moonlight". Les pasa el código de barras a las camisetas, y después las mete en la bolsa. Mira la caja y me mira a mi.

-Serán $15. -saco la cartera y le doy un billete de 20. Lo agarra y sin querer roza uno de mis dedos con uno de los suyos. Aparto la mano, ya que me había puesto nervioso.
El chico me sonríe, y guarda el billete en la caja, sacando uno de cinco y el tiquet. Lo deja en el mostrador y me sonríe, tendiendome la bolsa.
-Disfruta del día, chico. -su voz era melódica y suave, pero masculina.

Agarro la bolsa y le miro medio sonrojado. No parecía para nada extrañado, pero me miraba como curioso. Agarro el cambio de la compra.

-Grazie.

Salgo de allí cagando leches, como dirían los españoles, en dirección al hotel.

Ya allí, en la habitación, pido un poco de comer. Voy a probarme las camisetas, y veo que una tarjeta se escurre de una de las camisetas. La cojo y veo esto escrito:

"193-66910619 Llámame ;)"

La cara se me pone de color Borgoña y me siento en la cama. Dudo seriamente en si hacerlo o no.

Al menos le mandaría un mensaje. No iba a desperdiciar la oportunidad.

Guardo el numero, pero como no se como se llama, pongo "El de los ojos verdes". Mando un mensaje al instante.

-Ciao, soy el chico al que le has dado el numero esta tarde.

No sabía si me reconocería, pero aún así no perdía nada.

Entre que contestaba, decidí deshacer la maleta, y colocar la ropa en el armario. Mis trajes a un lado, la ropa informal (junto con la de esta tarde) al otro.

Cuando esta todo listo, cierro las puertas y llamo al servicio de habitaciones para comer algo.

Después de comer, miro el teléfono, que no había vibrado ni nada. Cazzo.

Llaman a la puerta. Había pedido un helado también, deseando descansar ya. Me acerco a la puerta y la abro. Veo los ojos verdes del chico de la tienda y al instante cierro la puerta, con un resoplido nervioso.

-¡¿Que cazzo haces aquí?!
-Esto... Te dejaste la tarjeta de credito en la tienda.

Un momento... Pagué con un billete.

-No puede ser. Te pagué con un billete, y la tarjeta la tengo aquí.

Me Importas... {Gay} [STEREKAU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora