MARK 3

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Cuando el chico cierra la puerta, me quedo algo sorprendido. Esperaba que dijese cualquier barbaridad. Pero no que tan siquiera me diese tiempo a decirle algo.

Además, me pareció verle sonrojarse.

-Ti prego... Abre la puerta.

Durante un instante, no ocurre nada. Y después, se abre un poco la puerta.

-¿Cómo has averiguado el número de mi habitación?

-No me ha sido muy difícil. La recepcionista parecía encantada conmigo. -Digo con bastante diversión en mi voz. A veces me parecía gracioso como las mujeres casi caían de cara al suelo al verme. Yo era... normalito.

-Eso es ilegal. Podría denunciarte.

-Yo que quería hablar contigo... pues nada...

Me separo de la puerta y me dirijo pasillo al fondo.

-¡E - Espera! -oigo la voz del italiano, algo nervioso.- Sólo que... no me esperaba siquiera que vinieses.

Vuelvo a donde estaba su habitación, y él estaba apoyado en el marco de la puerta, mirándome.

-¿Y que esperabas que hiciese si te di mi numero? ¿Bailar hip hop?

El joven suelta una carcajada, y eso me molesta.

-¿De que ries?

-Bueno.... -rueda los ojos. Parecía haber cambiado de personalidad a una más... pícara.- Realmente parece que las expresiones no son lo tuyo.

Y no estaba errado. Desde siempre me había costado ese tipo de expresiones o dichos.

Me sonrojo levemente, y este sonríe amplio.

-Vaya... parece que el lobo se ha puesto rojo...

¿Lobo?

-Bueno, yo no estoy desnudo de cintura para abajo.

El italiano mira asustado hacia el suelo, para descubrir que era mentira. Me mira, y yo lucía una sonrisa mostrando mís dientes.

-Testa di cazzo...

Y entra en la habitación, cerrando la puerta tras de sí.

Me Importas... {Gay} [STEREKAU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora