Erwin. 🤎

11.1K 700 1.2K
                                    


De todos los nombres existentes que podías haber sacado de la bolsa, tenía que ser el del comandante de toda la legión de exploradores. Claro que sí, joder. De hecho... Observaste a tu alrededor, incapaz de encontrar al rubio en tu primer escaneo.

—¿Tan siquiera él está aquí? —cuestionaste en voz baja, frunciendo el ceño por la preocupación.

—¿Quién?

Miraste a Hange con una sonrisa tímida en los labios.

—Ummm... ¿El comandante?

La mujer soltó una carcajada.

—¡Erwin, no sirve de nada esconderse! —vociferó, atravesando toda la habitación. Un murmullo recorrió la multitud.

Te encogiste al ver a Erwin abrirse paso suavemente entre el pequeño círculo de personas. Sus ojos mirando hacia abajo, cubiertos por rubias pestañas. Una vez que estuvieron frente a frente, alzaste la mirada; se observaban mutuamente. Una pequeña sonrisa se deslizó sobre sus labios, y de repente sentiste la cara caliente.

—¡Vamos cadete, arriba y hacia ello! —Hange rió entre dientes, empujándote en dirección del comandante. Tropezaste, pero rápidamente te pusiste de pie con ayuda de unas manos suaves, aunque firmes. Le brindaste al mayor una mirada de agradecimiento durante algunos segundos antes de desviar la mirada.

El rubio posó una mano sobre tu hombro de forma gentil, guiándote lejos del grupo y en dirección al pequeño armario de suministros. Tragaste saliva de forma sonora, el nerviosismo era palpable.

Tan pronto como estuviste dentro del armario, te apretaste contra la pared opuesta. La inocua calígine envolvió al reducido espacio cuando el rubio cerró son suavidad la chirriante puerta. Apenas el último rayo de luz se esfumó, notaste lo particularmente grande que era el comandante. Podías sentir su cuerpo, presionando contra el tuyo debido al reducido espacio dónde se encontraban. Sin embargo, estaba callado, incluso su respiración apenas era audible.

Te aclaraste la garganta después de unos instantes de tortuoso silencio. Sentías como Erwin se movía, posiblemente para tratar de verte entre la oscuridad.

—Yo... er-ummm... ¿Permiso para hablar libremente, señor?

—Permiso concedido —murmuró tranquilamente.

—Yo... No esperaba que... Participara en este tipo de juegos, señor —Reíste nerviosamente.

Debido a la penumbra, no pudiste apreciar la sonrisa que se extendía en la boca del comandante.

—Oh, ¿Y por qué es eso?

Tragaste fuerte, el sonido haciendo eco en la pequeña habitación.

—Es solo que... es tan... serio...

—No cuando hay mujeres hermosas alrededor. — Las palabras fueron dichas con suavidad, y no pudiste evitar estremecerte mientras éstas eran pronunciadas.

Sonreíste de manera nerviosa.

—¿Oh, en serio? —preguntaste burlona—. ¿Y a quién se refería, comandante?

Erwin se movió, aquel gesto causó que tú también lo hicieras.

—¿No es obvio? —Sus palabras fueron casi una risa, cuando de repente, te encontraste presionada contra la pared, con las manos en el pecho—. A ti.

Casi te ahogas.

—¿Seguramente no habla en serio, comandante? —Temblaste cuando el rubio acercó la boca a tu oreja.

—¿Por qué no debería, (Nombre)? —La forma en la cual pronunció tu nombre envió un agradable escalofrío a tu espalda.

Bajaste la mirada.

— Es solo que... pensé que tal vez se fijaría en alguien... más interesante. Como la líder de escuadrón, Hange o tal vez Nanaba.

Dedos ajenos trazaban la línea de tu mandíbula, apenas rozando tu piel, antes de alzarte por la barbilla.

—(Nombre), eres bastante interesante.

Y antes de que pudieras protestar, sus labios se deslizaron sobre los tuyos, apenas tocándose en un beso con la boca abierta.

—Comandante...

—Erwin —respondió en voz baja.

Tus ojos estaban cerrados, tus labios ligeramente separados.

—Erwin... —murmuraste suavemente.

—Shhh... —Te hizo callar en silencio, las manos de Smith se deslizaron desde tus hombros hasta tu espalda, presionándote hacia adelante en un suave abrazo. Te sorprendiste en un inicio—. Eres preciosa, (Nombre) —habló en un susurro bajo—. Inteligente, amable y mágica.

Te inclinaste un poco hacia atrás, apreciando su notable altura.

—¿De verdad?

—Por supuesto —respondió—. No tengo razones para mentirte.

Parpadeaste lentamente, sintiendo tu cara arder en vergüenza.

—¿Por qué todo esto?

Erwin se puso rígido por un momento y luego se relajó.

—¿Por qué? Porque (Nombre), yo... —Se detuvo en seco y suavemente, se apartó de ti antes de apoyarse contra la pared opuesta.

Estabas confundida en un inicio, pero luego tus pensamientos comenzaron a dispersarse cuando se abrió la puerta. La luz inundó el armario y te viste obligada a entrecerrar los ojos, mientras tu visión se adaptaba a la nueva iluminación.

—Aw, vamos chicos, ¿nada? —Hange cuestionó con evidente decepción en su voz.

Le dedicaste a la castaña una sonrisa de disculpa y te moviste para salir del armario cuando una mano en tu brazo, te detuvo.

—Mi habitación, después de que todo esto termine. —Una voz susurró en tu oído antes de desaparecer con la misma rapidez. Erwin saliendo de tu campo de visón con rapidez. 

No pudiste evitar sonreír de alegría durante el resto de la noche.




❝❞


Quería utilizar un emoji de cejas para este, pero no hay, no existe. LPM, Erwin. No importa, te sigo amando a ti y tus cejas de azotador.

Anyway, ya solo nos falta el patas cortas y luego veré que hago de mi vida o cual nuevo escrito comienzo a traducir. Quizá me decante por alguno de My Hero Academia porque es lo que me tiene viciada por el momento. Espero les guste ♥

 Espero les guste ♥

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Seven Minutes in Heaven | SnK x Reader | Traducción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora