La presión social con el paso del tiempo se vuelve más pesada...
Para ser perfecto debes sacrificarlo todo, hasta la propia felicidad...
"Aquí no hay ningún villano. Solo personas que buscan algo en común... Sobrevivir"
ᴇꜱᴛᴀᴅᴏ ᴀᴄᴛᴜᴀʟ ᴅᴇ ʟᴀ ʜɪꜱᴛᴏʀɪᴀ:...
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Unas gotas de sudor rodaban por su frente, sintiéndose sofocada por el caos que la rodeaba. El eco de gritos, llantos y el estruendo de los titanes destrozando las casas llenaba el aire como una tormenta ensordecedora. Intentaba mantenerse firme, pero cada sonido golpeaba su mente, haciendo que se sintiera atrapada en una pesadilla. La desesperación la invadió al darse cuenta de que algunos de sus compañeros estaban desaparecidos; en un instante de confusión, el grupo se había separado, y varios ya habían caído bajo el poder implacable de los titanes.
De pronto, su mirada se detuvo en una escena que le heló el corazón. Ahí estaba Marco, en una situación desesperada, atrapado e indefenso frente a un titán que se acercaba con pasos letales. Quiso correr hacia él, ayudarlo de alguna manera, pero su cuerpo no respondía. Era como si una barrera invisible le impidiera moverse. Los gritos de Marco perforaban su mente, quedando grabados en su memoria, atrapados en un eco constante que la consumía por dentro.
Finalmente, el dolor y la impotencia fueron demasiado para ella, y un grito desgarrador surgió de su pecho. Había perdido a alguien que siempre la trató con cariño y respeto, alguien que había sido una luz en medio de la oscuridad. Desde un techo cercano, Reiner observaba la escena, con el ceño fruncido y una mezcla de sorpresa y tristeza. Annie intentaba contener las lágrimas, mientras Bertholdt pasaba la mano por su cabello en un gesto de frustración. Los tres miraban impotentes, distantes, incapaces de intervenir mientras el titán se cernía sobre Marco.
De repente, TN sintió una punzada intensa en la cabeza. El dolor era tan fuerte que cayó de rodillas, y una oleada de energía oscura comenzó a rodearla. Sus ojos ardían, y sentía que todo a su alrededor se desmoronaba. Las lágrimas fluían por sus mejillas pálidas, reflejando la mezcla de desesperación y furia que la consumía. Algo en su interior, un poder antiguo y profundo, comenzaba a liberarse.
La energía se hizo más densa, oscureciendo el aire a su alrededor, mientras sus ojos adquirían un tono rojo intenso, irradiando una luz siniestra. La mitad de Kurama, la poderosa bestia que había heredado de Naruto, rompió el sello que la contenía. Los soldados a su alrededor se detenían, observando con asombro y miedo la transformación. Aquel poder era indomable y se expandía, cargado de una furia ancestral.
La forma de "Kurama" emergió, imponente y feroz, y sin perder un segundo, TN –fusionada con la energía de la bestia– corrió hacia el titán. En un salto prodigioso, llegó hasta su cabeza, atacando con una fuerza descomunal, cegando al titán y dejando su marca de destrucción. Según los antiguos pergaminos del Hokage, esta forma de Kurama consistía en siete colas, las cuales emergían una a una, aumentando su poder.
Impulsada por la energía de Kurama, TN desgarró el titán con sus garras, abriendo su torso en un intento de liberar a su amigo. Cuando finalmente sacó el cuerpo de Marco, una oleada de dolor le atravesó. Al ver el estado de su amigo, sus fuerzas comenzaron a abandonarla, y el poder de Kurama se desvaneció. Con las manos temblorosas, volvió a su forma original, abrazando lo que quedaba de su amigo. No le importaba el caos a su alrededor; en ese momento, solo quería aferrarse a los recuerdos y a la bondad de Marco.
Reiner descendió junto a Annie, quien intentó acercarse para consolarla, pero TN aún mostraba rastros de la energía de Kurama, sus ojos rojos brillando con un brillo residual y los colmillos expuestos. Un gruñido bajo escapó de sus labios, lo que hizo que Reiner diera un paso atrás, frunciendo el ceño en un intento de contener su frustración.
—Tn... —susurró Connie, con la voz rota por la pérdida de su amigo.
En ese instante, un murmullo suave llegó a los oídos de TN. Un susurro familiar que la dejó paralizada.
—Tn... —la voz se escuchaba débil, pero clara, y ella apartó su mirada, buscando alrededor.
Otra vez, el susurro volvió, esta vez más claro y profundo.
—"No pierdas el tiempo conmigo, ya no podré regresar" —la voz continuó, con una calma que solo hizo que TN sintiera un nudo más fuerte en su garganta.
El sonido parecía provenir de Marco. —Marco... ¿estás...? —comenzó a decir, con la voz quebrada, pero fue interrumpida nuevamente por el susurro de su amigo.
—"Muerto, pero quiero que sepas que te aprecio y que no quiero que te aferres a la tristeza. La venganza solo traerá oscuridad, y tu familia es valiosa. La vida y la muerte son parte de todos nosotros".
TN sintió cómo sus fuerzas flaqueaban, pero se aferraba a aquellas últimas palabras que resonaban en su mente. Tomó aire y, con cuidado, depositó un suave beso en la mejilla de su amigo. Lentamente, se levantó, alejándose del caos mientras sostenía a Marco en sus brazos, con una resolución renovada.
Reiner observó todo, su expresión endureciéndose mientras pasaba una mano por su rostro, visiblemente afectado. Dio unos pasos hacia atrás, observando cómo TN se marchaba, y después se impulsó con su equipo de maniobras, dejando atrás aquella escena que resonaría en su memoria por siempre.
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